BUENOS AIRES. El ministro argentino de Planificación, Julio De Vido, explicó, en rueda de prensa, que la sanción impuesta por el Estado responde a la "interrupción brusca del servicio" ocurrida el pasado 2 de abril, que afectó a los 18 millones de abonados de la compañía.

Además, dijo el ministro, Movistar tendrá que resarcir con 10 pesos (2,2 dólares) a cada abonado, lo que supone unos 185 millones de pesos, alrededor de 41 millones de dólares al cambio actual.

La sanción constituye una medida "ejemplificadora y preventiva", según el ministro, que pidió a las empresas de telefonía "no desinvertir ni descuidar" su actividad.

"Vamos a exigir a las prestadoras de telefonía fija que hagan las inversiones que hoy no están haciendo. Es una advertencia y no una amenaza, las vamos a intimar para que inviertan", insistió el ministro, para quien "el servicio no tiene la misma calidad que hace un año".

El Gobierno había anunciado "las sanciones máximas" para Movistar por la avería que el pasado 2 de abril dejó durante varias horas sin servicio a unos 18 millones de abonados.

La Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) declaró el mismo día de la avería que el problema en el servicio de Movistar se debió "a una falla en el software de Telefónica, en particular del sistema de señalización, que es el que permite realizar llamadas, afectando la telefonía móvil y en algunos casos también la fija".

La compañía, por su parte, anunció el mismo 2 de abril la reanudación de sus servicios de voz y datos tras varias horas de avería y adelantó que establecería para sus clientes un abono correspondiente al importe de un día de servicio, además de mensajes de texto gratuitos durante la Semana Santa.

El mercado argentino de telefonía móvil comprende unos 50 millones de aparatos, diez millones más que el número de habitantes del país.

Movistar compite con la mexicana Claro, Personal (de capitales argentinos e italianos) y la estadounidense Nextel.