jerusalén. "Palestina necesita ser aceptado como miembro con pleno derecho de la ONU para poder seguir adelante con las negociaciones de paz con los israelíes", pidió ayer de forma solemne el presidente palestino, Mahmud Abbas, en Ramala, en un discurso en el que explicó a su pueblo su estrategia de pedir reconocimiento en la ONU. El líder palestino desoye así las presiones ejercidas desde Washington y confirma que acudirá al Consejo de Seguridad y pondrá así en un brete a Estados Unidos.

"Lo tenemos todo: tenemos democracia, libertad, transparencia... Solo tenemos una cuestión pendiente: necesitamos tener membresía plena en Naciones Unidas con las fronteras de 1967 para ir a las negociaciones a solucionar todos los asuntos permanentes con los israelíes", dijo el dirigente de la OLP (Organización para la Liberación Palestina). Abbas considera que su iniciativa "no pretende aislar a Israel o quitarle su estatus legal, pero sí quiere aislar las políticas israelíes", "acabar con la ocupación" y convertir la relación entre ambas partes en "una relación entre dos estados: uno ocupado y el otro ocupante".

"Necesitamos acabar con la ocupación porque sus prácticas son el dolor que sufrimos todos los días", dijo el dirigente palestino, que destacó el daño que hacen a su pueblo el crecimiento constante de los asentamientos, la destrucción de casas palestinas y las agresiones a su pueblo por parte de los colonos judíos, a los que acusó de "entrenar perros" para atacarles.

En un discurso lleno de referencias a los palestinos en el exilio, los prisioneros, las consecuencias de la ocupación y los principales asuntos de enfrentamiento con Israel (fronteras, seguridad, Jerusalén, refugiados y agua), Abbas se ganó una ovación del público cuando afirmó tajante: "Vamos a ir al Consejo de Seguridad". "Necesitamos un Estado. Tan simple como eso. Necesitamos un asiento en Naciones Unidas", afirmó ante una audiencia, formada por líderes políticos, sociales y religiosos palestinos y representantes diplomáticos de diversos países.

El presidente de la OLP explicó que entregará su solicitud en Nueva York el próximo día 23, tras su intervención ante la Asamblea General. En su intervención, explicó, expondrá "la tortura" que sufren los palestinos, cuyos derechos "son violados todos los días". "Han pasado cientos de resoluciones y recomendaciones de la ONU que no han servido para nada. Ahora vamos a demandar a la organización nuestro derecho legítimo a la membresía" para "poner fin a la tortura y poder disfrutar de nuestros derechos y nuestra libertad en las fronteras del 4 de junio de 1967, con Jerusalén Este como nuestra capital". El sucesor de Yaser Arafat mostró su hartazgo con los nulos avances de un diálogo de paz que se ha extendido durante casi dos décadas sin aportar soluciones y mostró su convencimiento de que, la política colonial y la forma de ver la cuestión de Jerusalén de los actuales dirigentes israelíes, "nunca llevará al establecimiento de un Estado palestino en las fronteras de 1967". Señaló que, en el último año, su equipo ha reiterado su deseo de negociar la paz y han respondido a todos los llamamientos de los mediadores internacionales, una actitud que, a su entender "no ha servido más que para perder el tiempo y para que la ocupación israelí continúe imponiendo los hechos sobre el terreno". Recordó que Barack Obama -que se espera vete en el Consejo de Seguridad la petición de la OLP- mostró hace un año su esperanza de ver la creación del Estado palestino y su incorporación plena a la ONU.

propuesta de netanyahu Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, propuso, tras reunirse con la jefa diplomática de la Unión Europea, Catherine Asthon, que aprobaría una mejora del estatus de Palestina, pero no el reconocimiento como Estado. Precisamente esta es la oferta que ha llevado hasta la región Asthon. "Nuestra idea es impulsar una mejora del estatus de los palestinos", ha admitido esta misma fuente, "sin excluir el reconocimiento total en el futuro y con referencia a las negociaciones". Por países, España y Francia apuestan, por el sí a la oferta de Abbas, y Alemania la rechazaría.