Nueva York. "El perfecto cielo azul de aquella mañana", recordó una vez más el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, "se convirtió en la más negra de las noches". Estados Unidos perdió hace diez años su vulnerabilidad y quedó herida para siempre. El horror de los atentados provocó la muerte casi 3.000 personas se traumatizó el país y desencadenó dos guerras que mostraron el lado más oscuro de la primera potencia mundial. Ayer, el presidente Barack Obama y su predecesor George W. Bush se unieron para rendir homenaje a las víctimas de los ataques terroristas que golpearon el corazón de Estados Unidos. Bin Laden está muerto y en la Zona Cero renace un nuevo World Trade Center.

Desde la madrugada, cientos de personas se acercaban a la Zona Cero que estaba blindada por la policía. No querían perder un momento histórico. Un hombre con una gran bandera de los Estados Unidos se paseaba cerca de la Zona Cero. "Soy un superviviente", dijo Herminda Rivera, sargento del ejército estadounidense retirado. Rivera relató aquella mañana de una manera estremecedora y como si fuera ayer. Sin olvidar ningún detalle, recordó incluso la ropa que llevaban las primeras dos personas que vio cuando saltaban desde lo alto de una de las Torres Gemelas. "No hay día que no recuerde lo que vi, fue horrible", afirma Rivera con los ojos húmedos y confiesa que ha intentado quitarse la vida más de una vez. "No puedo soportarlo más. Estoy muerto en vida".

El primer minuto A las 08:46 de la mañana, en la zona cero, se hizo el primer minuto de silencio, que coincidió con el momento en que el primer avión secuestrado se estrelló contra una de las Torres Gemelas. Barack Obama recitó el Salmo 46 de la Biblia: "Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro auxilio en las tribulaciones".

Por su parte, el ex presidente George W Bush leyó una carta de Abraham Lincoln en 1864 a una viuda que había perdido cinco hijos en la guerra civil , Lydia Bixby. Para consolarla, el presidente Lincoln le decía que los sacrificados estarían en "el altar de la libertad".

Seis profundos silencios Entre los seis minutos de silencios que se hicieron para recordar los ataques, los familiares de las víctimas recitaron por parejas los nombres de los que murieron ese día. Unos nombres que han quedado grabados para siempre en las huellas de las desaparecidas Torres Gemelas.

Diez años después, Nueva York ha comenzado a llenar el gran vacío que dejaron los atentados. Las torres se levantan de nuevo y el nuevo Memorial del 11-S abrió sus puertas. "Por fin tienen un lugar para llorar a sus muertos", día John que vino en bicicleta con un grupo de amigos desde Atlanta para recordar aquel infausto día.

Durante años, más de un millar de familias que no recuperaron los cuerpos de sus seres queridos no tenían dónde ir. Una vez dentro, los familiares buscaban de manera infatigable los nombres de sus queridos para lograr un consuelo muy esperado.

Peter Negron, que tenía 11 años cuando su padre murió en el piso 88 de la torre norte, explicó que durante los últimos diez años ha intentado inculcar a su hermano pequeño lecciones que había aprendido de su padre. "Espero que mi padre esté orgulloso de los dos jóvenes hombres que nos hemos convertido mi hermano y yo. Te echamos de menos mucho ", dijo entre lágrimas.

Los sonidos del silencio Centenares de personas escuchaban en silencio los nombres recitados por los familiares. Al finalizar el acto, Paul Simon cantó "Sounds of Silence" y muchos de los presentes no pudieron reprimir la lágrimas. Frida Areheart es de Carolina del Sur y llegó hace unos días con su Harley Davidson. "Somos más de una treintena de motoristas que hemos venido a honrar a las víctimas y a los bomberos que dieron su vida para salvar a miles de personas", dijo Frida quien aseguró que diez años después de aquel trágico día "América sigue muy unida. Estamos reconstruyendo nuestras vidas y tratamos de pasar página pero sin olvidar nunca lo que pasó".

El Pentágono y Shanksville Nueva York fue el lugar más emotivo para recordar aquel fatídico 11-S pero no el único. El presidente Barack Obama visitó también los memoriales de Shanksville (Pensilvania), que recuerda a las víctimas del vuelo United 93 que se estrelló antes de llegar a su objetivo, y el del Pentágono. El vicepresidente, Joe Biden, el secretario de Defensa, Leon Panetta y el almirante del ejército estadounidense Mike Mullen rindieron homenaje a las personas que murieron en el Pentágono. ". "Ese día nos desafiaron. Al Qaeda y su odio trató de debilitarnos pero en vez de eso nos hizo más fuertes ", dijo Panetta, quien añadió que los atentados solamente sirvieron para" reafirmar "los valores de la libertad y tolerancia.

Mullen quiso también recordar los más de dos millones de soldados que "han luchado y luchan para asegurar que un día como el 11-S no vuelva a suceder nunca más", finalizó.