Unas 100 personas que defienden las teorías conspirativas se hicieron notar al margen de los actos oficiales. Dicen que fueron ordenados por Bush, como pretexto para iniciar las guerras en Asia. "El edificio número siete no fue impactado por ningún avión. ¿Por qué se derrumbó? ¡Abran los ojos!", gritaron.