Trípoli. Un desafiante Saif al Islam llamó a sus fieles a resistir y señaló que Sirte está preparada para luchar. En un mensaje de audio difundido ayer por la televisión Al-Ray, con base el Damasco, el hijo del coronel Muamar el Gadafi anunció que tiene 20.000 hombres armados en esta localidad, cuna del dictador libio, dispuestos enfrentarse a una ofensiva militar de los rebeldes. El Consejo Nacional de Transición (CNT) dio el martes un ultimátum hasta el sábado a las fuerzas gadafistas para rendirse o, de lo contrario, atacarían la ciudad para derrotarlas y hacerse con el control.
Saif al Islam, considerado hasta hace poco el sucesor de Gadafi en el poder, ha optado por la segunda opción: la guerra. "Ataquen a los enemigos donde sea que estén", pidió a los libios, según el audio difundido anoche. En relación a su padre, se limitó a decir: "El líder está bien, tomamos té y café". El hijo del coronel, del que no se sabía nada desde que los rebeldes se hicieron con el control de Trípoli, dijo estar a las afueras de la capital libia. "Pronto llegaré a la Plaza Verde a saludaros, si Dios quiere", dijo Al Islam, en referencia a la rebautizada como Plaza de los Mártires. "La resistencia continúa y la victoria está cerca", concluyó.
El audio de Saif al Islam se divulgó apenas minutos después de que uno de sus hermanos, Saadi, también en paradero desconocido, enviara otro mensaje con un tono muy distinto. Saadi aseguró que había sido autorizado por el régimen para negociar con el CNT un acuerdo. "Los rebeldes son hermanos", indicó Saadi, al señalar que su padre está dispuesto a compartir el poder con los rebeldes y que las tropas gadafistas podrían abandonar las armas para evitar un "derramamiento de sangre". Sin embargo, los rebeldes no están dispuestos a negociar acuerdos que no se limiten a la rendición de las fuerzas leales al coronel. El jefe del Consejo Militar revolucionario de Trípoli, Abdelhakim Belhach, había asegurado horas antes que Saadi quería entregarse y unirse a las filas de los insurgentes. Lo único que parece claro es que Saadi está en negociaciones con el CNT, no se sabe si por iniciativa propia para salvar su cabeza o por mediación del régimen de su padre.
La confusión en torno a Gadafi y sus hijos más combativos sigue siendo motivo de especulaciones e hipótesis, aunque de momento no hay ninguna certeza. Lo único que está claro es el paradero de la esposa del coronel, Safia, y tres de sus hijos -Aisha, Annibal y Mohamed-, que el lunes cruzaron la frontera con Argelia en busca de refugio en un claro síntoma de la caída del régimen. Ahora, el Gobierno rebelde pide al país vecino la extradición de la familia de Gadafi. Además, los insurgentes detuvieron ayer a Abdelati Obeidi, ministro de Exteriores del coronel libio. El jefe diplomático del régimen se encontraba en su granja de la localidad de Yanzur cuando los revolucionarios le arrestaron. En el momento de la detención, los rebeldes gritaron: "Alá es grande".