NUEVA YORK. Tras analizar más de 140 estudios, el más antiguo de 1977, en los que participaron más de 350.000 personas, los científicos hallaron que, quienes beben con moderación, tenían un 23 por ciento menos de posibilidades de desarrollar formas de demencia y problemas congnitivos.
Beber poco o con moderación significa un máximo de dos bebidas alcohólicas por día para los hombres y una para las mujeres. "Se sabe que una copa de vino es buena para el corazón y reduce el riesgo de desarrollar enfermeades coronarias y cardiovasculares", asegura uno de los coautores del estudio, Edward J. Neafsey, "pero, con esta investigación, -continúa el experto- se ha demostrado que el consumo moderado de alcohol tiene el mismo efecto en el cerebro".
El vino es más beneficioso que la cerveza o los licores, pero los investigadores han explicado que la mayoría de los estudios incluidos en el análisis no distinguían entre los diferentes tipos de alcohol.
Por el contrario, beber en grandes cantidades, o sea, de tres a cinco veces al día, se asocia con un alto riesgo de demencia.
Tanto Neafsey como su coautor, Michael A. Collins, profesores de Farmaclogía Molecular y Terapéutica, sugieren que "pequeñas cantidades de alcohol refuerzan las células cerebrales y les permiten enfrentar mejor el estrés que lleva a la demencia en una etapa avanzada de la vida".
Otra teoría sugiere que los conocidos beneficios cardiovasculares de beber con moderación también pueden mejorar la circulación sanguínea hacia el cerebro, aumentando el metabolismo cerebral.
Sumados a ese consumo responsable, el ejercicio, la educación y una dieta mediterránea también pueden reducir los riesgos de desarrollar demencia.