Londres. El Reino Unido se pregunta qué hay detrás de la grave ola de violencia callejera protagonizada sobre todo por jóvenes y adolescentes que se enfrentan a la Policía y destruyen y saquean lo que ven a su paso. Las autoridades insisten en calificar de "delincuencia contagiosa" los disturbios.
Mientras las imágenes muestran a veinteañeros y hasta niños de 12 años rompiendo escaparates y robando zapatillas de deporte, ropa de marca y electrodomésticos, unos británicos confundidos y conmocionados se preguntan quiénes son estos jóvenes y qué les lleva a participar, sin motivación aparente, en un fenómeno sin precedentes de vandalismo generalizado. "A pesar de lo que pueda parecer en un principio, la variedad de las personas implicadas en estos disturbios es enorme", explicó el sociólogo Paul Bagguley. "Hay gente muy joven, de todas las razas, mayoritariamente desempleados, pero uno de los detenidos es un profesor de 32 años acusado de participar en un saqueo", recordó.
Las imágenes muestran una actitud desafiante de los vándalos ante la Policía. Aunque muchos van enmascarados, otros llevan la cara descubierta y parece no importarles ser grabados por las cámaras de seguridad: "Seguiré haciéndolo hasta que me pillen. Cuando vuelva a casa, nada me va a pasar", aseguró un alborotador de Manchester a un reportero de la BBC.
Según el criminalista John Pitts, "el vandalismo hace a los más desfavorecidos sentirse poderosos", y esto es algo "muy contagioso".
"Estos disturbios tendrán unas graves y duraderas consecuencias en aquellos que los han presenciado. A la gente que está siendo testigo le cuesta buscar un sentido a lo qué está pasando y porqué", aseguró el psicólogo Malcolm Crooss.