londres. Rebekah Brooks y Andy Coulson eran los máximos responsables del ya extinto dominical News of the World cuando se llevaron a cabo los sobornos a Scotland Yard y las escuchas ilegales por las que ambos periodistas fueron detenidos.

Brooks, una de las mujeres más influyentes del mundo de la comunicación, dimitió el 15 de julio como consejera delegada de News Internacional. De carrera meteórica, en 1989 entró en el News of the World como secretaria y en 2000 era su directora, la mujer más joven al frente de un periódico de tirada nacional en el Reino Unido.

En sus tres años al frente del dominical realizó escuchas ilegales. Esta pelirroja de 43 años, sin escrúpulos para obtener información, pasó más tarde a dirigir The Sun, donde permaneció hasta 2009 cuando fue nombrada consejera delegada de News International.

Siempre cerca del poder, se relacionó con Tony Blair y aún mejor con Cameron, con quien montaba a caballo y al que invitó a su fiesta de navidad en 2010. Según publicó The Guardian, Brooks convenció a Murdoch para que apoyara a Cameron en las elecciones de mayo de 2010. Su éxito se debió a una mezcla de frialdad para los negocios, encanto personal y ambición.

Coulson, nacido en 1968, en Wickford, Essex (Inglaterra), comenzó su carrera en el diario Basildon Evenin Echo, con 18 años. En 1988 pasó al tabloide The Sun. Más tarde, trabajó en el Daily Mail. Regresó a The Sun y, en el 2000, pasó al News of the World como director adjunto y en enero de 2003 sucedió a Brooks.

Pero en enero de 2007, cuando Clive Goodman fue encarcelado debido a las escuchas ilegales, Coulson dimitió. Sin evidencias de que estuviera involucrado en las escuchas, se convirtió en el director de comunicación de los conservadores en mayo.

Coulson, junto a Brooks, desempeñó un papel clave para obtener el apoyo de los diarios de News International para la candidatura de Cameron. Cuando éste accedió al nº 10 de Downing Street en mayo de 2010, Coulson se convirtió en figura clave del nuevo gobierno. Pero, a medida que se revelaron nuevos datos sobre las escuchas, la presión política obligó a Coulson a renunciar como jefe de comunicación Cameron.