El Cairo. El estado de salud del expresidente de Egipto, Hosni Mubarak, despertó ayer las contradicciones entre su abogado y el centro hospitalario en el que permanece ingresado. Su abogado, Farid el Dib, dijo ayer que el exmandatario, de 83 años, "se está muriendo", pero el director del Hospital Internacional de Sharm el Sheij lo desmintió en declaraciones a la televisión estatal egipcia. "El director del Hospital Internacional de Sharm el Sheij ha desmentido las declaraciones de El Deeb sobre que Mubarak esté en coma", informó la televisión pública.
Mientras se dirigía al aeropuerto de El Cairo para viajar a Sharm el Sheij, el Dib añadió que Mubarak se encuentra "muy mal".
Sin embargo, los medios egipcios difundieron informaciones contradictorias, y en un urgente difundido por la televisión estatal Nile News, el director del hospital negó que Mubarak esté en coma, como había declarado el abogado.
El exgobernante está ingresado en ese centro médico desde el pasado 12 de abril, cuando sufrió un ataque al corazón durante un interrogatorio judicial.
Mubarak está arrestado cautelarmente desde el 13 de abril y está previsto que el juicio en su contra comience dentro de poco más de dos semanas, el próximo 3 de agosto.
Tanto Mubarak como sus dos hijos, Alaa y Gamal, están acusados de abuso de poder y enriquecimiento ilícito, así como de estar implicados en los ataques contra los manifestantes durante la revuelta popular que comenzó el 25 de enero y terminó con la renuncia del presidente, el 11 de febrero.