Londres. Los planes de Rupert Murdoch para hacerse con el control del canal de pago BSkyB están cada vez más en la cuerda floja, después de que ayer esa oferta fuese cuestionada por el viceprimer ministro británico, Nick Clegg.

Por primera vez desde que estalló el escándalo de las escuchas telefónicas ilegales del dominical News of the World, Clegg se distanció del primer ministro británico, David Cameron, al manifestar públicamente su oposición a que el grupo News Corporation, propiedad de Murdoch, adquiera el 100% de las acciones de BSkyB.

En una declaración a la prensa, Clegg pidió a Murdoch que haga lo "decente y sensato" y reconsidere su oferta por el canal, del que el magnate ya tiene el 39% y que ha despertado en el Reino Unido temores de monopolio.

"Rupert Murdoch está ahora en Londres tratando de resolver las cosas. Lo que le puedo decir es: -Mire cómo se siente la gente con esto, mire cómo el país ha reaccionado con repugnancia a estas revelaciones-", añadió el político liberaldemócrata, en referencia a los pinchazos del News of the World.

Un portavoz de la residencia oficial de Cameron señaló que Clegg expresó "un punto de vista y tiene derecho a ello", pero dejó claro que el jefe del Gobierno, al que Murdoch apoyó en su campaña electoral, no hará comentarios sobre BSkyB, pues es competencia exclusiva del titular de Cultura, Jeremy Hunt.

Hunt dijo ayer que pedirá a Ofcom (organismo regulador de los medios de comunicación en el Reino Unido) que considere si será necesario remitir la oferta de Murdoch a la Comisión de la Competencia, encargada de establecer si hay algún problema de monopolio.

Los expertos temen que Murdoch termine por monopolizar los medios británicos si se le da luz verde a la compra de BSkyB, que cuenta con diez millones de clientes en el Reino Unido y ofrece cadenas de fútbol, noticias y entretenimiento.

Mientras tanto, la BBC reveló ayer que, en 2007, el rotativo habría pagado a un agente de la seguridad de la Familia Real para obtener los teléfonos de contacto de miembros de la monarquía y sus amigos.

Clegg manifestó su oposición a las ambiciones del magnate tras reunirse con la familia de Milly Dowler, una niña asesinada cuyo móvil fue intervenido por el dominical después de su desaparición en 2002.

Como parte de la investigación policial, la consejera delegada de News International y directora del News of the World en la época de las escuchas, Rebekah Brooks, puede ser interrogada en los próximos días. Brooks, de quien muchos políticos han pedido la dimisión, es defendida a capa y espada por Murdoch. Sería interrogada como testigo y no como sospechosa.

Entre otros, fueron pinchados los teléfonos de la actriz Sienna Miller, el ex viceprimer ministro John Prescott o el príncipe Guillermo, lo que dio lugar a que se destapase la trama del dominical.