Kabul. En una nueva escalada armada entre las partes en conflicto, un comando talibán atacó ayer una base de la OTAN en el oeste de Afganistán horas después de que la Alianza Atlántica pidiera perdón por la muerte de, al menos, nueve civiles en un bombardeo en el sur del país asiático. Cinco personas murieron y 40 resultaron heridas por la explosión de bombas colocadas la mañana de ayer en un cruce urbano y una base de las fuerzas internacionales, bajo mando militar italiano, en la ciudad de Herat, que también cuenta con presencia de tropas del estado español.
Fuentes médicas citadas por la agencia local afgana AIP precisaron que entre los heridos, algunos de ellos en estado crítico, había 15 soldados de la misión de la Alianza Atlántica, la ISAF. Contactado desde Kabul, el jefe de la Policía provincial, Nor Khan Nekzad, explicó a Efe que junto a la base se produjo la deflagración de un artefacto en un coche mientras que el otro estallido se debió a una bomba escondida en una olla.
Nekzad precisó que tras la explosión junto a la base de la OTAN se entabló un tiroteo entre las tropas internacionales y al menos tres insurgentes que tras fracasar en el intento de penetrar en el recinto militar se atrincheraron en un edificio cercano. El doble ataque se produce en medio de una espiral de violencia desatada por el lanzamiento, a principios de mes, de la habitual ofensiva armada de primavera por parte de los insurgentes talibanes. Más de 200 soldados de la OTAN han muerto desde principios de año en Afganistán.