madrid. Casi un centenar de presos políticos, 95 concretamente, saldrán a la calle en Marruecos tras recibir ayer el indulto del rey Mohamed VI. Se trata de la mayor medida de gracia hacia los grupos opositores desde que el monarca inició su reinado en julio de 1999. Aunque el indulto afecta a un total de 190 reos, sólo 95 de ellos recibieron el perdón total por el resto de sus condenas, 53 gozaron de una remisión, mientras a 37 se les conmutó la cadena perpetua por penas temporales y a otros cinco se les perdonó la sentencia de muerte.
La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), la más importante de Marruecos en este campo, considera a todos los beneficiarios de la medida de gracia, entre los que hay un buen número de salafistas no vinculados con actos de terrorismo, como presos políticos o de conciencia.
Los excarcelados más conocidos son cinco condenados en 2009 dentro del proceso contra la red yihadista Belliraj y el activista asociativo del norte de Marruecos Chakib el Jayari, sentenciado ese mismo año. De éstos Mohamed Amin Ragala, Mohamed Meruani, y Mustafa Moatasim, líderes de dos pequeños partidos islamistas, así como Alaa Badila Maa el Ainin, miembro del también islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD) salieron ayer mismo de la prisión de Salé, junto a Rabat. Junto a ellos, también fue liberado el corresponsal en Marruecos de la cadena libanesa Al Manar (perteneciente a Hizbulá), Hafid Sriti.
alegría La puesta en libertad de los presos políticos fue una de las principales demandas de los miles de marroquíes que salieron a las calles los pasados 20 de febrero y 20 de marzo para reclamar más democracia en el país. Los jóvenes del Movimiento 20 de Febrero, impulsores de la protesta, se manifestaron ayer tras conocer la decisión frente a la gobernación de Rabat para celebrar la medida. "Ha sido una sorpresa y nos da esperanza, pero pedimos la liberación de todos los detenidos", dijo Yalal Majfi, miembro del movimiento, en alusión a otros reclusos de conciencia que siguen encarcelados, como los estudiantes detenidos en Marraquech (sur) o Fez (centro), además de los arrestados en las protestas del 20-F.
El Ministerio de Justicia explicó en un comunicado que esta decisión del monarca es una respuesta a un informe presentado por el Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH), refundado recientemente. El CNDH, designado directamente por el rey, sufrió una transformación a comienzos de marzo que le otorgó mayores poderes y autonomía respecto al antiguo. Mohamed VI colocó a su frente a dos personajes de la izquierda marroquí, el militante Driss Yazami y el abogado Mohamed Sebbar, protagonista en causas polémicas y de gran relevancia pública.