abiyán. Las fuerzas leales al presidente electo marfileño, Alassane Ouattara, iniciaron ayer el que pretende ser el ataque final para hacerse con la capital económica del país y desalojar del poder al presidente saliente, Laurent Gbagbo.

Paralelamente, el ejército francés, junto a fuerzas de la ONU, puso en marcha una operación para neutralizar el armamento pesado utilizado contra la población civil por los partidarios de Gbagbo.

Durante la tarde de ayer se produjeron fuertes explosiones en el distrito de Plateau de Abiyán, donde está el palacio presidencial, en Adjame, el barrio en el que está situada la comisaría de Agban, la más importante de Costa de Marfil, y en Riviera, donde está el campamento militar más grande del país.

Poco antes de que se desatara la ofensiva, el portavoz del Gobierno de Ouattara, Afoussy Bamba, dijo que la situación estaba "madura" para que la ofensiva de las Fuerzas Republicanas de Costa de Marfil (FRCI) sea rápida".

En una declaración a los medios, el primer ministro del presidente electo, Guillaume Soro, que también es ministro de Defensa, indicó que la estrategia de las FRCI para el asalto a Abiyán se ejecutó "casi a la perfección", aunque se negó a facilitar detalles sobre la ofensiva.

Las fuerzas favorables a Gbagbo mantienen sus últimas posiciones en los barrios de Plateau y Cocody, donde se ubica la residencia del presidente saliente, rodeado de sus fieles, entre ellos miles de Jóvenes Patriotas que se han ofrecido como escudos humanos, en respuesta a un llamamiento hecho por la televisión estatal marfileña, RTI.

También se puso a disposición de Gbagbo el jefe de Estado Mayor del Ejército, el general Philippe Mangou, que abandonó el domingo la embajada de Sudáfrica, en la que se encontraba refugiado desde el viernes.

En medio de esta ofensiva se encuentra el secretario general adjunto de la ONU para los Derechos Humanos, Ivan Simonovic, que llegó a Abiyán para examinar la situación en el país. "La situación de los Derechos Humanos es muy preocupante en Costa de Marfil", comentó, a través de un comunicado difundido por la Misión de las Naciones Unidas en el país (ONUCI).

Mientras, Francia envió hoy 150 soldados adicionales a Abiyán para proteger a los compatriotas residentes en la ciudad, lo que eleva a 1.650 los efectivos de la operación Licorne.