Bruselas. La OTAN se comprometió ayer a investigar un bombardeo sobre Trípoli que habría causado ayer al menos cuarenta muertos civiles según denunció el vicario apostólico de la capital libia, el obispo Giovanni Innocenzo Martinelli. "Conocemos esa información. La investigación verá si fuerzas de la OTAN estuvieron o no implicadas en ese incidente", señaló el responsable de la operación Protector Unificado (antigua Odisea del Amanecer), el general canadiense Charles Bouchard, en una vídeo conferencia desde el cuartel aliado de Nápoles. Bouchard, que desde ayer tiene ya el mando operativo de toda la operación en Libia traspasada a la OTAN, añadió que se informará "cuando la investigación esté completada".
Aun así, el general canadiense recordó que el supuesto bombardeo habría tenido lugar antes de que la Alianza Atlántica asumiera completamente el mando de las operaciones internacionales sobre Libia, lo que tuvo lugar en la madrugada de ayer. El prelado Martinelli, en declaraciones a la agencia vaticana Fides, indicó que el supuesto ataque se había producido el miércoles y que en él fueron alcanzados varios hospitales de Trípoli, uno de ellos en el barrio de Misda, en el sur de la capital.
armas Por otra parte el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, rechazó abiertamente que se arme a los rebeldes libios y dejó claro que la OTAN asume el mando de todas las operaciones en Libia con el objetivo de proteger a los civiles. "Estamos ahí para proteger al pueblo libio, no para armar a la gente", explicó a un grupo de periodistas en Estocolmo.
Rasmussen reconoció estar al tanto del debate que se está produciendo en las distintas capitales pero insistió en que la OTAN, se centrará en aplicar el embargo de armas que, a su entender, abarca a las dos partes en conflicto. Rasmussen rechazaba así los posicionamientos del presidente estadounidense, Barack Obama, y del primer ministro británico, David Cameron, que han defendido la posibilidad de armar al Consejo Nacional Transitorio, que agrupa al grueso de la oposición al régimen de Muamar Gadafi. De todas maneras la postura de la OTAN no influirá en lo que decidan Washington y Londres que ya han aclarado que esta opción "no necesariamente requeriría que lo autorizara el Consejo de Seguridad de la ONU con una nueva resolución".
Por su parte Francia se piensa qué hacer. Su ministro de Exteriores, Alain Juppé, reconoció que armar a los rebeldes va más allá de la resolución 1973 de la ONU, pero añadió que su Gobierno está dispuesto a "analizar esta cuestión". >efe/e.p.