VIENA. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha anunciado hoy que en el reactor 1 de la central de Fukushima se ha detectado la presencia de yodo 131, cesio 137 y cesio 134 a niveles comparables a los de la zona del reactor 3 donde tres trabajadores resultaron heridos el pasado jueves.

Esos tres operarios entraron en contacto con agua radiactiva a un nivel 10.000 veces superior al normal, y dos de ellos tuvieron que ser hospitalizados.

En sus últimos comunicados sobre la situación en Fukushima, el OIEA indicó que en los dos trabajadores ingresados "ha sido confirmada una importante contaminación de la piel en las piernas".

Los dos operarios recibieron dosis de entre 2 y 6 sieverts (2.000-6.000 milisievert), niveles que pueden resultar fatales.

Sin embargo, el OIEA indica que "aunque los pacientes no necesitan tratamiento médico, los médicos han decidido mantenerlos en el hospital para seguir su evolución durante los próximos días".

El OIEA teme que la radiactividad en el reactor 3 provenga de una rotura en la vasija de contención del reactor, aunque no se descarta que el origen pueda estar en la piscina que almacena el combustible usado.

Además de en los reactores 1 y 3, la empresa que gestiona la planta nuclear, TEPCO, ha anunciado que en el agua acumulada en las plantas subterráneas del edificio de turbinas del reactor 2 se ha detectado una radiactividad 10 millones de veces superior a lo normal, lo que impide trabajar a los operarios.

En ese agua de la unidad 2 se han registrado concentraciones de más de 1.000 milisiervert por hora, informó la agencia local Kyodo.

La empresa intentará drenar este agua de las unidades 1, 2, 3 y 4 para facilitar las labores de los operarios que intentan restablecer las funciones de refrigeración de la central.

Según expertos consultados hoy por la televisión pública NHK, en el reactor 2 podría haber una fuga de material radiactivo procedente del núcleo, que ha salido al exterior desde la piscina de supresión en la base del reactor.

El OIEA explicó igualmente que se sigue vertiendo agua dulce en los reactores 1, 2 y 3.

Además se ha logrado conectar tomas externas de energía a los reactores 1 al 4. En las unidades 2 y 4, los paneles de distribución eléctrica están ya conectados a esas fuentes externas, aunque se está comprobando el estado de distintos componentes, antes de iniciar el suministro eléctrico.

Devolver la electricidad a los reactores es esencial para que se activen los sistemas de refrigeración del combustible, tanto en el núcleo como en los estanques que almacenan el material ya usado.

Los sistemas de iluminación de las salas de control en los reactores 1, 2 y 3 ya funcionan, y algunos instrumentos en las unidades 1, 2 y 4 están de nuevo operativos.

Sin embargo, el OIEA advierte de que "debido al alcance del daño infringido por el terremoto y el tsunami, no es posible de momento estimar cuando estarán de nuevo operativos los equipos".