París. Francia se prepara ya para el diseño de una Libia sin Muamar el Gadafi, en la que estarán el Consejo de Transición y otras "personalidades" políticas del país norteafricano y cree que la operación militar será cuestión de "días o semanas, pero no meses". El ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, fue quien permitió ayer atisbar cómo considera Francia que será el futuro proximo de Libia después de la aplicación de la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) en materia de exclusión del espacio aéreo del país africano.

Esa visión de la operación militar como un instrumento para el logro de un objetivo político quedó apoyada por las declaraciones del ministro de Defensa galo, Gérard Longuet, que por primera vez se explicó ante los medios de comunicación en el sexto día de operaciones militares. "Si no hay un proyecto político no tiene sentido intervenir", afirmó el ministro Longuet, quien aseguró que aquél consiste en "permitir a los libios que se reúnan y construyan un futuro diferente".

Juppé fue todo lo explícito que quiso durante una reunión con la prensa en París que en principio iba a ser confidencial, pero cuyos detalles él mismo eligió que fueran difundidos y el mensaje central consistió en considerar que el Consejo Nacional de Transición libio (CNT) "no tiene el monopolio" de la representación de los rebeldes en su país.

El jefe de la diplomacia francesa precisó que "no hay ruptura" en la Unión Europea acerca del papel del CNT, órgano de dirección de los rebeldes en el este del país magrebí, pero indicó que puede haber "otras personalidades" en Libia cuya opinión se pueda tener en cuenta. Y Juppé se mostró categórico al rechazar cualquier papel en el futuro de Libia de Muamar al Gadafi, de quien dijo que "tiene las manos manchadas de sangre".

la salida militar tiene plazo "Lo que puedo decir es que pensamos ya en la salida de la crisis. La operación militar no tiene vocación de una duración indefinida. Y de lo que se trata para nosotros es de impedir que Gadafi agreda a la población civil y de poner a las fuerzas libias a favor de la democracia en situación de actuar". "Y cuando eso esté hecho, la intervención militar tiene vocación de terminar", dijo el ministro, quien agregó que la duración de la operación se mide en "días o semanas, no en meses".

"Hay que identificar qué personalidades están disponibles", agregó el ministro Juppé sobre la participación de otros libios opuestos a Gadafi en el diseño del futuro Gobierno del país y adelantó que "a algunos se les puede identificar", aunque reconoció que la situación en Libia "evoluciona" constantemente.

Respecto al mando político de la intervención internacional Juppé consideró que "está bastante claro. Es una operación de Naciones Unidas", dijo previamente en una entrevista matinal en una radio del país vecino. Recordó, asimismo, que para garantizar la dirección política, como el propio Juppé la denominó el martes, Francia y el Reino Unido han decidido reunir a los miembros de la coalición la semana próxima en Londres con el objetivo de constituir "una especie de grupo de contacto". Este tendrá la misión de "garantizar las grandes directrices políticas", insistió el ministro del Ejecutivo galo dirigido por Nicolás Sarkozy.

En cuanto a la planificación y la dirección de las operaciones, recordó que en un principio corrió a cargo de los estadounidenses. "Ahora pensamos que la OTAN (...) puede tener ese papel".

Juppé avanzó que otros países árabes además de los que participaron en la Cumbre de París del pasado sábado -Marruecos, Irak, Jordania, Catar y Émiratos Arabes Unidos- podrían participar en la reunión de Londres y aludió a Arabia Saudí, sin confirmar que éste asistirá.

Operación exitosa El jefe de la diplomacia francesa afirmó también ayer que con los cinco primeros días de ataques de la coalición "se ha conseguido un primer éxito". "Hemos salvado Bengasi" y "permitido restablecer el equilibrio" en la lucha entre las fuerzas de Gadafi y sus oponentes, señaló después de decir que sin la intervención militar internacional el líder libio "hubiera masacrado a sus oponentes en Bengasi". Según la evaluación ofrecida por Alain Juppé, el potencial militar de Gadafi "ha sido ampliamente destruido" aunque "dispone de medios en tierra" como lo ilustran los bombardeos ayer en la localidad de Misrata. Un portavoz militar francés reveló posteriormente que la aviación francesa atacó durante la pasada noche una base militar en territorio libio. Esa base estaba al parecer situada "en el interior del país" y el portavoz dijo que era un "posible punto de repliegue o entrada de mercenarios".