GASTEIZ. PNV, PSE-EE, Aralar, EB y EA han reclamado su cierre y el PP se ha opuesto pero todos han mostrado su solidaridad con el pueblo japonés, tras el seísmo y tsunami del viernes, que ha afectado a la planta de Fukushima Diichi y que ha abierto una crisis nuclear en ese país.

Es la segunda vez en dos años que la Cámara vasca exige la clausura de esta central burgalesa, próxima a Araba, pero es la primera después de que una enmienda de PNV y CiU a la Ley de Economía Sostenible, apoyada por el PSOE, haya abierto la posibilidad de ampliar la vida útil de las centrales nucleares en España más allá de los 40 años actuales.

El proponente de la iniciativa, Mikel Arana (EB), ha mostrado su preocupación por las consecuencias de esta modificación legislativa y ha preguntado qué pasará en julio de 2013, cuando expira el permiso de funcionamiento de Garoña, y ha dicho que aunque siga el PSOE gobernando en España tiene sus dudas de que vaya a cumplir su compromiso de cerrar Garoña.