Madrid. Los mandatarios árabes liberalizan sus regímenes. El rey Mohamed VI, en un discurso histórico en el que apareció flanqueado por su hijo, Mulay Hasan, y por su hermano, Mulay Rachid, anunció anoche en Marruecos un cambio en la Constitución, según la cual el primer ministro será el presentado por el partido político que haya obtenido los mejores resultados en las elecciones, en vez de seguir con la prerrogativa real de designarlo él mismo. La de la pasada noche fue la primera alocución real tras las protestas de cambio que se desarrollaron de forma intermitente en el país desde el pasado 20 de febrero.

En Yemen el presidente, Ali Abdala Saleh, anunció ayer que antes de fin de año promoverá cambios en la Constitución para reafirmar la separación de poderes. Conforme a esta promesa, el jefe del Estado será elegido por mayoría en el Parlamento, no por el voto directo, como fija el sistema actual. Tras las protestas políticas contra su régimen que comenzaron el pasado 27 de enero, Saleh ya había dado marcha atrás en una reforma de la Constitución que le hubiera permitido perpetuarse en el poder.

reformas "reales y rápidas" En Jordania, las protestas empujaron al rey Abdala II a deponer al primer ministro Samir Rifai y sustituirlo por Maaruf Bajit, al frente del nuevo gabinete al que el monarca pidió "reformas políticas reales y rápidas". Esos cambios, según Abdala II, pasarán por la modificación de la Ley Electoral, y por la transparencia. En Jordania hasta ahora, es el rey quien tiene la última palabra sobre la continuidad del gobierno y quien designa al primer ministro. Aún así, el soberano hachemí se ha salvado de las críticas. En Argelia, el presidente, Abdelaziz Buteflika, tiene previsto convocar elecciones legislativas anticipadas, posiblemente en junio o septiembre, de las que saldrá una Asamblea Constituyente y a las que seguirán unos comicios presidenciales, según el diario argelino Le Jeune Independant.

En Gaza, el movimiento islamista palestino Hamás anunció ayer que introducirá cambios en el gobierno que encabeza Ismail Haniye. Mientras, en Cisjordania, la Autoridad Nacional Palestina (ANP), presentó su dimisión en bloque hace tres semanas y el presidente Mahmud Abbas encargó al primer ministro, Salam Fayad, un nuevo Ejecutivo.

En Arabia Saudí, el primer exportador mundial de petróleo, para impermeabilizar al país de cualquier contagio exterior, el ministro de Asuntos Exteriores, Saud al Faisal, amenazó con "cortar el dedo" de quien se entrometa en los asuntos del país. Al Faisal recordó que la Asociación de Investigaciones y Fetuas ha emitido un edicto que prohibe las manifestaciones, medida que cercena en las calles saudíes cualquier brote de "primavera" tunecina o egipcia. En Bahrein, donde se está consolidando un movimiento republicano, el rey ha tenido que amnistiar a los presos chiíes en un intento de parar las protestas. No obstante, la oposición, marginada por occidente, pretenden seguir con sus demandas de libertad.