Bengasi. En Bengasi, la segunda ciudad de Libia y foco del inicio de la revuelta contra Gadafi, los militares rebeldes ya habrían entrenado y dotado de armamento a al menos 10.000 voluntarios civiles. Así al menos lo aseguran las autoridades que controlan ese enclave que esperan de esas columnas que conformen el nucleo central de la fuerza armada opositora junto a los remanentes del antiguo ejército. Quien parece estar al frente de esa incipiente milicia es el coronel Faraj Sheji, antiguo responsable militar de la zona.

En cuanto a la oferta de negociación lanzada el lunes desde el régimen de Gadafi, la Coalición Revolucionaria libia parece haber cerrado la puerta al diálogo al anunciar ayer la formación de un Consejo Militar encargado de "defender al pueblo y al territorio". La integrante de la coalición rebelde Salwa Bugaighis aseguró que "Gadafí ya habló en la calle" en referencia a la brutal represión de las protestas. La coalición, con sede en Bengasi, se encarga de coordinar las actividades de los distintos consejos populares que administran las poblaciones bajo control rebelde. Asimismo, carente aún de un líder visible y de una organización definida, mantiene contactos para la formación de un Consejo Nacional temporal con representantes también de Trípoli, que se encargaría de la transición política hacia la creación de un Estado.

la prioridad Por su parte, la también integrante de la coalición Amal Bugaighis subrayó que "la agenda actual es la planificación militar", que se ha convertido en "una de las prioridades". Bughaighis, quien insistió en que la agenda no incluía negociaciones con el régimen de Muamar el Gadafi, mostró su temor respecto a una posible intervención de mercenarios. "Ahora vienen hacia nosotros tropas de Darfur y Sudán. (...) Si nos vemos forzados, pediremos la intervención extranjera", dijo la integrante de la coalición de la revolución, que oficialmente ya ha rechazado esa posibilidad.