Bruselas. La Unión Europea volvió a repetir ayer con Libia el mismo guión utilizado durante las últimas semanas tras las revueltas vividas en Túnez y Egipto. Los Veintisiete aprobaron una declaración en la que condenan la violencia, deploran las muertes de manifestantes e instan al cese inmediato del uso de la fuerza. Sin embargo, en todo el texto, en el que se valora la situación en toda la ribera mediterránea, no se hace ni una sola mención ni al régimen que preside con mano de hierro Muamar Gadafi ni a las autoridades libias.
Una falta de referencia que, según aseguró ayer la ministra española de asuntos exteriores, Trinidad Jiménez, no esconde temor alguno por parte de la Unión Europea a que el dirigente libio termine con los acuerdos de cooperación en materia migratoria que mantiene con los Veintisiete y permita la salida masiva de inmigrantes indocumentados desde sus costas hacia territorio europeo. "El texto en su conjunto es muy claro y explícito. Como comprenderán la Unión Europea no admite ningún tipo de amenaza ni de nada ni de nadie", advirtió. La alta representante para la política exterior de la UE, Catherine Ashton, no quiso, en cambio, entrar a valorar la amenaza que según se desveló ayer habría lanzado el presidente libio. Fuentes diplomáticas admitieron que si el texto no fue más contundente fue precisamente por la oposición de países como Italia.
Su ministro de exteriores, Franco Frattini, se saltó el guión y aseguró que su país se opondrá a la aplicación de eventuales sanciones contra Libia como fórmula para presionar a Gadafi a que abandone el poder. También la ministra Jiménez respondió que no es el momento de imponer este tipo de castigo y admitió que los mecanismos para obligar al presidente libio a que responda a las exigencias europeas "son difíciles de encontrar".
Poco después de Frattini fue el propio Silvio Berlusconi el que se pronunció sobre la situación en Libia. El primer ministro italiano dijo sentirse "alarmado" por el agravamiento de la situación en el país desde hace días y por el "uso inaceptable de la violencia contra la población civil". Asimismo, instó a la Unión Europea y a la comunidad internacional a trabajar para evitar que la tensión derive en una guerra civil. Berlusconi, uno de los últimos líderes europeos en manifestarse sobre la crisis libia, abogó por "favorecer una solución pacífica que garantice la seguridad de los ciudadanos, así como la integridad y la estabilidad del país y de toda la región".
Italia aumentó ayer el nivel de alerta en sus bases aéreas de Trapani (Sicilia) y Gioia del Colle (Bari), en el sur del país, después de que dos cazas de la Fuerza Aérea libia aterrizaran hoy en el Aeropuerto Internacional de Malta y dos coroneles libios pidieran asilo político en el país maltés.
Según informaron a Efe fuentes del servicio de Aeronáutica Militar, "se ha elevado el nivel de respuesta" en estas dos bases aéreas y se ha decidido el envío de helicópteros al sur de la península italiana, aunque se trata de "medidas normales previstas también en tiempos de paz". Los gobiernos europeos han empezado a evacuar a sus ciudadanos y recomiendan no viajar a Libia.