ROMA. "No verás más a las niñas. No han sufrido, descansan en paz en un lugar seguro" es el mensaje que contenía la carta que Matthias Schepp envió a su ex mujer el pasado 3 de febrero desde Cerignola, la localidad del sur de Italia donde se suicidó ese mismo día, explica el diario "La Repubblica".
Según los últimos datos de la investigación, Schepp consultó desde su ordenador páginas de internet que ofrecían consejos e información sobre las sustancias utilizadas en un envenenamiento, así como varias páginas relacionadas con el uso de armas de fuego.
Unos datos que los investigadores toman en consideración para resolver el misterio sobre el paradero de las pequeñas de seis años Alessia y Livia Schepp, desaparecidas desde el pasado 31 de enero.
Asimismo, el análisis del ordenador de Schepp desveló que éste consultó los horarios del servicio de ferry que une Marsella con la isla de Córcega, trayecto que habría realizado junto con las pequeñas el 31 de enero.
Un día después y según la reconstrucción de los hechos realizada por los investigadores, Schepp tomó un barco de vuelta a Tolón (Francia) pero esta vez solo.
Desde la localidad francesa se cree que se dirigió a Italia por carretera, ya que la matrícula de su coche fue registrada en la localidad italiana de Ventimiglia (noroeste) el 2 de febrero, añade el diario italiano "Corriere della Sera".
La policía encontró el coche que conducía aparcado en las inmediaciones de la estación ferroviaria sin ningún rastro de las dos pequeñas.
Las pesquisas se centran ahora en la búsqueda de una grabadora que Schepp llevaba siempre consigo y en la que se cree que podría haber grabado algún mensaje sobre el destino de las pequeñas.
Los investigadores creen que Schepp podría haber enviado la grabadora a la madre de las pequeñas, como hizo con un sobre con dinero que había sacado de varios cajeros tras secuestrar a las niñas.
Asimismo, la policía italiana busca a las mellizas en el entorno de la estación donde el padre se suicidó.