El Cairo. Tras la caída de Ben Ali en Túnez ahora es Hosni Mubarak el se tambalea en Egipto y Ali Abdullah Saleh el que se preocupa en Yemen. Tanto es así que el Partido Nacional Democrático (PND) del presidente egipcio, Hosni Mubarak, desmentía ayer los rumores sobre la huida de varios de sus líderes al extranjero, según declaró su secretario general, Safwat al Sherif. Los rumores afirmaban que parte de la cúpula del PND había huido ante las crecientes protestas en Egipto. "Esas especulaciones carecen de todo fundamento, pues el Partido Nacional Demócratico no sabe de huidas, nosotros protegemos la patria". En El Cairo se decía que el hijo del presidente Gamal Mubarak, uno de los líderes del PND, había huido con su esposa y su hijo a Londres, llevando un gran equipaje. En cualquier caso, Mubarak hijo no compareció ante la prensa en una conferencia del partido el jueves. Al Sherif, que pertenece a la vieja guardia de la agrupación y es uno de los más fieles aliados del presidente, dijo también que el PND no tiene nada en contra de las protestas, pese a que "algunas fuerzas han intentado arruinar las libertades que ofrece nuestro país, para sembrar el caos", señaló.
En este caldo de cultivo, el premio Nobel de la Paz y dirigente de la oposición egipcia Mohamed el Baradei se postuló ayer para liderar la transición en Egipto en caso de que el actual presidente, Hosni Mubarak, abandone el poder. "Si la gente lo quiere, y sobre todo los jóvenes, puedo dirigir la transición. No les voy a dejar en la estacada", dijo Al Baradei a la prensa en el aeropuerto de Viena, antes de partir hacia Egipto.
El Baradei tenía previsto llegar ayer a Egipto para dar apoyo "político y espiritual" a los manifestantes que exigen en las calles de El Cairo y otras ciudades del país reformas en un sistema político dominado por Mubarak desde 1981. "Mi objetivo es que las cosas se produzcan de una forma ordenada y pacífica", agregó sobre su asistencia mañana a una gran manifestación de la oposición. Dijo que "no hay otra opción que el cambio" y aconsejó "al régimen que escuche a la calle y no utilice la violencia".
siete muertos en egipto Hasta el momento, al menos siete personas han muerto en las protestas en Egipto, que brotaron en distintos lugares del país al calor de las manifestaciones en Túnez, que el pasado día 14 terminaron con la presidencia de Zine El Abidine Ben Ali. "Espero que el Gobierno entienda que la respuesta debe de ser política y no debe estar basada en las fuerzas de seguridad. Una respuesta así llevaría a consecuencias que a nadie le gustaría imaginar", afirmó el premio Nobel de la Paz. La ausencia de El Baradei, que vive en Viena, de las protestas ha sido recibida con críticas entre parte de los manifestantes egipcios. "Pero voy a estar ahí con la gente, especialmente con los jóvenes que han liderado y organizado las manifestaciones pacíficas", afirmó.
A pesar de no encontrarse en Egipto, Baradei, de 68 años de edad y que fue director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), ha apoyado las protestas desde su inicio a través de mensajes en su cuenta de la red social Twitter. "Apoyo totalmente las protestas contra la represión y la corrupción. Cuando se hace oídos sordos a nuestras demandas de cambio, ¿qué otro camino queda?", dejó escrito en la red de Internet al inicio de las manifestaciones de su país.
queman una comisaría Mientras, en Egipto grupos de manifestantes que participaban ayer en una protesta pública en la ciudad egipcia de Suez quemaron una comisaría durante unos disturbios que ocasionaron diez heridos, informaron fuentes de los servicios de seguridad. Las mismas fuentes dijeron que la protesta, en la que participaron miles de personas, se llevó a cabo en la principal plaza de Suez, ciudad situada en la entrada sur del canal del mismo nombre, al calor de las manifestaciones que se están produciendo en Egipto en los últimos días. La Policía intentó dispersar a los manifestantes con balas de goma y gases lacrimógenos. Diez de los participantes en la protesta terminaron en un hospital de la localidad para ser atendidos por las lesiones recibidas.
Asimismo, hubo otras manifestaciones en la ciudad de Ismailía, al borde del Canal de Suez. Allí, jóvenes militantes del Movimiento opositor 6 de Abril y de otros grupos opositores chocaron con la Policía al acercarse a la sede del Gobierno regional. En Alejandría, la segunda ciudad más importante del país, hubo otra manifestación, en esta ocasión pacífica, que se desarrolló por el centro de la localidad y en la que participaron miles de personas, agregaron las fuentes. La capital egipcia y otros lugares del país vienen siendo escenario desde el martes de una serie de protestas políticas contra el régimen de Hosni Mubarak, inspiradas en las manifestaciones que terminaron con la caída del presidente tunecino, Ben Ali. Centenares de personas han sido detenidas y en los disturbios que se han producido ha habido seis muertos y decenas de heridos.
Las autoridades están poniendo en libertad desde las últimas horas a decenas de detenidos, aunque otros están siendo trasladados a los tribunales para responder ante la justicia por desórdenes públicos.
En Yemen, Abdalá Saleh, presidente del país desde 1990, fue reelegido en 1999 y 2006, y la oposición teme que intente reformar la Constitución del país, que sólo permite que el jefe del Estado tenga dos mandatos, con el objetivo de continuar gobernando el país. En este sentido, los manifestantes corean lemas como "Quién supera el límite marcado por la Constitución se marcha a Yeda", en una clara referencia al expresidente tunecino Ben Ali, que también renovó en varias ocasiones la Carta Magna para poder reelegirse. El ministro del Interior, Mutahar Rashad al Masri descartó que se reproduzca en Yemen la revolución popular tunecina que el pasado 14 de enero provocó la caída de Ben Ali. Los acontecimientos parecen desmentirle.