Roma. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, rechazó ayer la posibilidad de presentar su dimisión como pide la oposición tras el escándalo desatado por el caso Ruby, la joven marroquí que acudió a sus fiestas cuando era menor de edad. A su llegada a la Cámara de los Diputados fue preguntado por los periodistas sobre si tenía intención de dimitir ante el gran escándalo político que vive Italia estos días. "¿Dimitir?, ¿pero estáis locos?", contestó Berlusconi.

El mandatario aseguró además que está "divirtiéndose" y que se encuentra "sereno" ante todas las filtraciones sobre la investigación. El primer ministro recordó que la ley de la prostitución es obra suya y que el proceso interpuesto por la Fiscalía "es un proceso mediático" con fines subversivos.

Previamente, la oposición italiana había pedido su dimisión.En la coalición en el poder, que forma el partido de Berlusconi con el federalista Liga Norte (LN), se han comenzado a oir también voces dubitativas que apuntan que si no puede seguir gobernando, la mejor opción sería elecciones anticipadas.

El secretario general del principal partido de la oposición, el Partido Demócrata (PD), Pierluigi Bersani, pidió a Berlusconi que se "retire a los quehaceres de su vida privada", al tiempo que otras formaciones y colectivos y hasta la agencia católica SIR urgieron claridad y sentido de la responsabilidad al jefe del Ejecutivo.

Mientras, los medios de comunicación difunden sin tregua las filtraciones de las escuchas telefónicas que ha llevado a cabo la Fiscalía de Milán durante su investigación, entre ellas una en la la joven marroquí, Ruby R., confesaba haber pedido 5 millones de euros al mandatario por negarlo todo.

El ex magistrado Antonio Di Pietro, líder del también opositor Italia de los Valores (IDV) se sumó también a las críticas: "Berlusconi debería irse, no sólo por lo que ha hecho en la vida privada, sino también por lo que no ha hecho en la vida pública".

Asimismo, la Iglesia católica sigue con atención el nuevo escándalo de índole sexual del que se acusa al primer ministro: el diario de los obispos italianos, Avvenire, pide que se clarifique rápidamente la situación, ya que se trata, subraya, de una historia "tremenda y que ofende".

En medio de todas estas críticas, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, aseguró que es consciente de la turbación de la opinión pública ante las acusaciones de la Fiscalía.

El ministro de Defensa, Ignazio La Russa, se limitó a decir que el caso Ruby "pasará", pese al escándalo que han causado las filtraciones del caso remitido por la Fiscalía de Milán al Parlamento.

Hay quien ya dice que el caso Ruby puede acabar con la carrera política de Berlusconi, una vez que los 389 folios de sumario que la Fiscalía de Milán han llegado a la Cámara de los Diputados para que ésta dé su autorización a proceder con los registros en la oficina del contable del primer ministro.

La Fiscalía de Milán ha citado a comparecer a Berlusconi para el próximo fin de semana, aunque aún no se sabe si acudirá.