WASHINGTON. La ex gobernadora de Alaska y estrella del movimiento conservador "Tea Party", Sarah Palin, busca aplacar las acusaciones de que su retórica alienta actos de violencia pero, paradójicamente, sólo ha despertado la ira de grupos judíos al usar un léxico que se refiere al antisemitismo.

Nunca ajena a la controversia porque siempre dice lo que piensa -sin filtros-, Palin rompió su silencio el miércoles con un vídeo en el que acusa a los medios de un "libelo de sangre" contra ella al querer vincularla con el tiroteo del sábado pasado en Tucson (Arizona) y, de paso, animó la retórica que los políticos buscan reducir.

El tiroteo dejó seis muertos y 14 heridos, entre ellos la legisladora demócrata Gabriella Giffords, la primera judía entre los 435 miembros de la Cámara de Representantes de EE.UU.

Cuando sucede una tragedia, "los periodistas y los expertos no deberían inventar un libelo de sangre que sólo sirve para incitar el mismo odio y violencia que presuntamente condenan", dijo Palin, quien es cristiana.

VíDEO "HOGAREÑO"

Grabó el vídeo de casi ocho minutos con un apacible trasfondo: frente a una chimenea y con la bandera de EE.UU. pero, mirando fijamente a la cámara, critica las "declaraciones irresponsables" tras el tiroteo, y procede a lanzar la polémica frase.

Aunque son vocablos ya aceptados en el idioma inglés para referirse a una víctima de falsas acusaciones, siguen teniendo, sobre todo, una alta carga emocional en la historia de los judíos.

Según el diccionario Oxford de religiones del mundo, "libelo de sangre" se refiere a la acusación de que los judíos usaban la sangre de cristianos, particularmente de niños, en sus ritos de Pascua. Esa acusación se extendió durante la Edad Media y dio pie a disturbios y masacres de judíos.

También fue un término ampliamente usado en la propaganda antisemita durante la Segunda Guerra Mundial.

Un vistazo a la blogósfera indica que Palin no es la única conservadora que lo ha utilizado en días recientes, pero ella ha levantado una polvareda precisamente porque no es la primera vez que "mete la pata" o es acusada de "insensibilidad".

LOS JUDIOS REPUDIAN SUS COMENTARIOS

Al menos así lo cree la mayoría de los grupos judíos en EE.UU., que no tardaron en repudiar sus comentarios.

El líder de la Liga contra la Difamación, Abraham Foxman, lamentó que la tragedia de Tucson, continúe abonando la retórica incendiaria que "corroe nuestro sistema político" y tiñe el ambiente dentro y fuera de Washington.

Palin no tiene la culpa de la tragedia pero "desearíamos que hubiese usado otra frase, en vez de una que trae tanto dolor" a la comunidad judía, dijo Foxman.

El Consejo Nacional Judío Democrático cree que Palin ha conseguido exacerbar un momento ya difícil para el país.

"El uso del término por parte de Palin para atacar a sus supuestos enemigos es difícilmente un paso en la dirección correcta" para mejorar la cultura política del país, agregó el grupo.

Otros esperan que Palin reconozca su error, ofrezca disculpas y se comprometa a escoger palabras más adecuadas.

Agregan que Palin debe predicar con el ejemplo, especialmente si busca aspirar a la presidencia en 2012.

LOS MÁS CONSERVADORES, LA DEFIENDEN

Los blogueros conservadores, sin embargo, salieron a defenderla, insistiendo en que el "escándalo" sobre la frase viene de "oportunistas de la masacre de Tucson".

Una figura polémica donde las haya, la cautela no está en el repertorio de Palin, según sus críticos. Durante la campaña electoral de 2008 y desde entonces, ha recurrido incluso a la jerga militar para azuzar a la base conservadora.

El año pasado, Palin recomendó a los candidatos republicanos a "recargar" sus armas en vez de "retroceder" en su lucha por recuperar el control del Congreso. Los republicanos se hicieron con el control de la Cámara de Representantes en los comicios de noviembre pasado.

Palin se vio obligada a retirar de su página web un mapa que contenía el dibujo de la mira de un arma en los distritos de una veintena de legisladores demócratas por su apoyo a la reforma de salud en 2010, entre ellos Giffords.

Pese al torrente de protestas, el vídeo sobre el "libelo de sangre" seguía colgado en su página de Facebook la noche del miércoles. Si pensó que con el vídeo acallaría la controversia sobre su retórica, ésta apenas comienza.