Washington. "El valor y el sacrificio no es más limitado por la orientación sexual, como no lo es por la raza, el género, la religión o el credo", manifestó ayer el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tras fimar la abolición de la ley Don"t Ask Don"t Tell (No preguntes, no lo digas) que prohibía a los soldados que declaran su homosexualidad servir en las Fuerzas Armadas estadounidenses. En una ceremonia realizada en el departamento de Interior, Obama dijo sentirse orgulloso de acabar con esta ley, que ha estado vigente desde 1993, tiempo en el que han sido expulsados del Ejército hasta 13.500 soldados por este motivo.

El presidente estadounidense cumplía así una de sus promesas de campaña, conseguida gracias al apoyo de los senadores demócratas que recabaron el apoyo de algunos republicanos para terminar con esta norma instaurada en las Fuerzas Armadas estadounidenses durante 17 años. "Nunca más los patriotas estadounidenses serán obligados a abandonar por el mero hecho de ser gays, sin tener en cuenta cuáles son sus habilidades", señaló Obama, quien aseguró que la abolición de esta ley fortalecerá la seguridad nacional y contribuirá a mantener los valores del país. El mandatario destacó que el cambio no será inmediato, ya que ley requiere que se conceda un periodo para que los jefes del Pentágono completen los planes necesarios para la abolición. El secretario de Defensa, Robert Gates, dijo que los funcionarios de su departamento procederán inmediatamente con la planificación necesaria para "llevar a cabo este cambio con cuidado y metódicamente, pero con determinación", indicó en un comunicado.