PHNOM PENH. La estampida humana en la capital de Camboya el pasado lunes fue desencadenada por el balanceo de un puente, según las primeras investigaciones publicadas en un informe que no ha podido detallar mas cuestiones acerca de las muertes.

El informe se hizo eco de las declaraciones del portavoz del Gobierno, Phay Siphan, que explicó que el puente estaba preparado para balancearse, pero dicho movimiento pilló por sorpresa a los ciudadanos y cundió el pánico cuando alguien gritó que estaba roto.

La cifra de muertos, fijada el lunes en 375, aumentó el martes a 456 por la cantidad de heridos. La tragedia se produjo en el puente que cruza el lago Tonle Sap y que conecta la capital con la isla Diamond. La mayoría de las víctimas perecieron aplastadas o ahogadas en el lago, donde habían acudido para celebrar el tercer y último día del festival de Bon Om Touk, el festival del agua.

El desastre ha provocado numerosas cuestiones, como por qué se permitió el paso a tanta gente por un puente tan estrecho a una isla construida por el hombre y con tan poco espacio, y cómo las autoridades manejan las aglomeraciones.

Las críticas apuntan a los empresarios que construyeron el puente, a las autoridades de la ciudad que organizaron el festival y a las fuerzas de seguridad, aunque la última responsabilidad es del Gobierno del primer ministro Hun Sen, aunque no se espera que le afecte esta crisis. "No habrá ninguna consecuencia para Hun Sen y su Gobierno. La cuestión no desaparecerá pronto, pero se explicará como una tragedia", explicó el profesor de estudios políticos Pavin Chachavalpongpun del Instituto de Estudios del Sureste Asiático en Singapur.

sin consecuencias políticas Hun Sen siente que saldrá indemne y que no está amenazado, y probablemente está en lo cierto. Hay una razón por la que lleva tanto tiempo en el cargo", añadió Pavin. El Partido del Pueblo de Camboya (PPC) tiene la mayoría en el Parlamento, y Hun Sen tiene conexiones con la élite empresarial, judicial y las fuerzas de seguridad. El virtual monopolio del Gobierno en todos los poderes hace creer que las autoridades políticas, policiales y los implicados en la construcción del puente no se enfrenten a ningún cargo.