Con cada hora que pasa disminuyen las esperanzas para los 29 mineros atrapados en Nueva Zelanda, que ayer cumplieron cuatro días bajo tierra, mientras a los equipos de salvamento no se les permite entrar en el pozo. Las autoridades admitieron hoy, por primera vez, la posibilidad de que los mineros no sobrevivan al accidente causado por una explosión de gas.