madrid. El Consejo de Seguridad de la ONU deploró ayer los disturbios en la capital del Sáhara Occidental, El Aaiún, y en el campamento de Gdeim Izik, pero no se comprometió a emprender una investigación sobre lo sucedido, tal y como pedía el Frente Polisario. El posicionamiento en contra de Francia paralizó esta demanda que acabó descafeinando una declaración en la que los quince miembros de este órgano, entre permanentes y no permanentes, también lamentaron las víctimas y heridos.
El Consejo de Seguridad pudo escuchar en dos horas de reunión la comparecencia del enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental, Christopher Ross, y la versión del departamento de pacificación de Naciones Unidas. Al término del encuentro los delegados reiteraron su apoyo a la misión en la región, la Minurso, y urgieron a las partes implicadas a demostrar su voluntad política de llegar a un entendimiento.
El embajador de Marruecos, Mohamed Loulichki, aseguró que su gobierno no tiene nada que esconder y compartirá toda la información sobre lo sucedido con los enviados de Naciones Unidas. En cambio, el representante del Frente Polisario, Ahmed Boujari, señaló que la postura del Ejecutivo marroquí no es creíble, por lo que su grupo continuará pidiendo una investigación "completa" e independiente. "La conclusión del debate, a pesar de deplorar lo que ha ocurrido, no es suficiente", criticó, y añadió que la información de la que dispone el Polisario indica "que en el Sáhara Occidental ocurrió una gran tragedia".
Asimismo, el ministro de Asuntos Exteriores de la autoconstituida República Arabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Salem Uld Salek, subrayó que "el Gobierno de la RASD y el Frente Polisario lamentan profundamente que Francia, miembro permanente del Consejo de Seguridad y con derecho a veto, se haya opuesto enérgicamente a la clara voluntad expresada por los otros miembros del Consejo para el rápido envío de una comisión internacional de investigación para constatar el aislamiento en que se encuentra la zona". "Francia tiene miedo de la verdad. De lo contrario ¿cómo puede justificar su actitud?", concluyó.