Washington. Amnistía Internacional (AI) instó ayer a Estados Unidos a investigar las declaraciones realizadas por el expresidente George W. Bush en su libro de memorias, Decision points, y en las entrevistas de promoción del mismo, donde admitió haber ordenado la comisión de torturas contra presuntos terroristas. "Según el derecho internacional, la admisión del expresidente de haber autorizado actos constituyentes de tortura es suficiente para obligar a Estados Unidos a investigar sus declaraciones y, si son justificadas, a juzgarlo", dijo el director general de AI, Claudio Cordone, en un comunicado divulgado el miércoles.

En sus memorias, así como en varias entrevistas concedidas en los últimos días para promocionarlas, Bush confesó que era consciente de las prácticas de algunos centros de detención de Estados Unidos para obtener información de varios presos "de alto valor". Entre las técnicas utilizadas, mencionó la del "submarino" con la que se puede simular el proceso de ahogamiento hasta en 80 ocasiones.

En concreto, el exmandatario se centra en los casos de Abu Zubaydah, que permaneció detenido desde abril de 2002 hasta septiembre de 2006, y Jalid Sheij Mohammed, arrestado en Pakistán en marzo de 2003. Ambos fueron trasladados a Guantánamo donde fueron víctimas de esta y otras torturas como privación del sueño, desnudez prolongada, exposición a bajas temperaturas y agresiones físicas. "Nadie involucrado en torturas debe escapar de la Justicia, y eso no excluye al expresidente Bush", insistió Cordone, quien apuntó que "en el caso de que Estados Unidos se abstenga de investigar esto, otros estados deberán intervenir e iniciar sus propias pesquisas".