Seúl. Kim Jong-un, el hijo menor del líder norcoreano, Kim Jong-il, se confirmó ayer como virtual heredero del régimen comunista al ser incluido en la dirección del Partido de los Trabajadores, con vistas a asegurar el apoyo de la poderosa cúpula militar.
El más joven de los tres hijos del dirigente norcoreano fue elegido para ocupar dos puestos clave dentro del partido único de Corea del Norte, en un histórica conferencia extraordinaria que se celebró el martes, según informó un día después la agencia oficial norcoreana KCNA.
Kim Jong-un, que también fue elevado este lunes a general de cuatro estrellas, ocupará desde ahora el puesto de miembro del Comité Central del Partido de los Trabajadores, así como la vicepresidencia de la Comisión Central Militar de la formación.
Con estos nuevos cargos, Kim Jong-un, al que se le atribuyen 27 años, se confirma como el más probable heredero al frente del régimen comunista norcoreano y futuro jefe de un país con un Ejército de más de un millón de soldados y capacidad de desarrollar armamento nuclear.
En esta conferencia extraordinaria, que no se celebraba desde 1966, no se pudieron ver imágenes televisivas de Kim Jong-un, del que tan sólo se conocen algunas fotografías sin confirmar y datos confusos sobre su adolescencia como estudiante en Suiza.
Su nuevo puesto como vicepresidente de la Comisión Central Militar es visto como un intento de reforzar su posición frente a la poderosa cúpula militar del Ejército norcoreano, la base del poder en el país más hermético del planeta, dedicado en cuerpo y alma a la Defensa.
La conferencia del partido único norcoreano fue la mayor reunión política en Corea del Norte en las últimas tres décadas, desde que el actual líder norcoreano fue designado el sucesor de su padre, Kim Il-sung, fundador del país comunista.
La reunión de Partido de los Trabajadores se saldó también con cambios en los órganos directivos de la formación con la intención de garantizar la transferencia de poder ante la frágil salud de Kim Jong-il, de 68 años. Entre estos nombramientos destaca el de Ri Yong-ho, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas norcoreanas, que compartirá con Kim Jong-un la vicepresidencia de la Comisión Central Militar para convertirse en su brazo derecho.
Ri, de 68 años, un veterano y respetado militar, podría tener la intención de facilitar el control de las fuerzas armadas norcoreanas a Kim Jong-un, que carece de experiencia para tomar las riendas del Ejércio.
Asimismo, la hermana del líder norcoreano Kim Kyong-hui, de 64 años, pasó a ocupar un cargo en el buró político del partido, además de ser ascendida por Kim Jong-il a general de cuatro estrellas.
Kim Kyong-hui será una de las figuras fundamentales para garantizar la sucesión junto con su marido Chang Sung-taek, hombre de confianza del líder norcoreano y uno de los más poderosos en la única dictadura comunista hereditaria del mundo. Si Kim Jon-un se convierte en el nuevo líder de Corea del Norte, será la tercera generación de esta dinastía que maneje el destino de un país consagrado al culto a la personalidad de sus mandatarios.