Washington. El pozo petrolero Macondo fue declarado ayer extinguido por las autoridades estadounidenses, tras derramar casi cinco millones de barriles de crudo al Golfo de México durante cinco meses en la peor catástrofe ecológica ocurrida en Estados Unidos.

Macondo "está efectivamente muerto", indicó en un comunicado el comandante del servicio de Guardacostas, Thad Allen, coordinador de la lucha contra el derrame, que afectó, en distinta medida, a todos los estados de EEUU ribereños del golfo.

Las pruebas de presión realizadas la pasada noche para comprobar que el sellado es hermético y resiste han tenido éxito, explicó Allen. "Podemos declarar ya, de manera definitiva, que el pozo Macondo ha dejado de constituir una amenaza para el Golfo de México", agregó el comandante.

La Oficina de Regulación y Administración de la Energía Marina ha confirmado que el sellado "ha tenido éxito, que el pozo ha quedado cerrado de manera permanente con tapones de cemento y que las pruebas de presión confirman que los tapones son sólidos", agrega el comunicado.

Las últimas pruebas, comenzadas en la tarde del sábado, concluyeron ayer a las 5.54 horas locales, precisó el comunicado. "Aunque el pozo está extinguido, seguimos comprometidos con nuestros denodados esfuerzos para limpiar cualquier mancha de petróleo adicional que pueda quedar", explicó Allen, que encabeza el Mando Nacional de Incidentes.

obama "satisfecho" Tras la declaración de Allen, el presidente de EEUU, Barack Obama, en un comunicado distribuido por la Casa Blanca, expresó su satisfacción por el fin oficial del vertido y subrayó que "seguimos comprometidos a hacer todo lo posible para garantizar que la costa del Golfo se recupera por completo de este desastre". "El camino no será fácil, pero seguiremos colaborando de cerca con la gente del Golfo para recuperar su modo de vida y restablecer el medioambiente que les sustenta", declaró.

Aunque Macondo queda declarado oficialmente "muerto" ayer, se cerrará tan sólo el primer capítulo de un vertido que ha derramado más de cuatro millones de barriles de crudo al mar y cuya limpieza tardará aún meses en completarse.

Las reclamaciones contra BP continúan amontonándose, hasta el punto de que esta semana un juez de Nueva Orleans instó a los demandantes a considerar acuerdos con la empresa fuera de los tribunales para evitar los retrasos en el pago de compensaciones que podría darse si se prolongaran los litigios. Hasta el momento, la empresa británica BP ha asumido un coste de 32.000 millones de dólares en compensación.