El Gobierno chino anunció ayer la suspensión de comunicación de alto nivel con Japón en protesta contra Tokio, que ayer anunciaba la ampliación del período de detención de un marinero chino acusado de chocar su barco contra dos patrulleras guardacostas niponas en aguas disputadas entre ambos países. El anuncio ha ido acompañado de una dura advertencia de China, que exige a Japón que "libere al capitán de manera incondicional" de esta "detención ilegal e inválida", según la calificó el portavoz del Ministerio de Exteriores, Ma Zhaoxu, quien indicó que "si Japón insiste en cometer un error tras otro, el lado chino adoptará fuertes contramedidas, y las consecuencias las padecerá la parte japonesa".