DUSAMBE. "El 19 de septiembre a las 12.30 (07.30 GMT) en el desfiladero de Kamarob, en la región de Rasht, vehículos del Ministerio de Defensa fueron atacados por un grupo terrorista. Como resultado del ataque murieron 23 soldados, entre ellos varios oficiales", comunicó el portavoz de esa cartera, Farindún Majmadalíev.
La columna militar motorizada fue atacada con fuego de ametralladora y lanzagranadas en una zona montañosa cuando se dirigía a la ciudad de Rasht, a unos 100 kilómetros de Dusambe, capital de este país vecino de Afganistán.
Las autoridades sospechan que en esa zona se ocultan los 25 criminales que huyeron recientemente de una cárcel a cargo del Comité Estatal de Seguridad Nacional (CESN), fuga que desató una purga en los servicios secretos tayikos.
Además, la región de Rasht era el centro de operaciones de las fuerzas opositoras islámicas durante la cruenta guerra civil (1992-1997), que costó la vida a más de 100.000 personas. El portavoz del Ministerio de Defensa declaró que el ataque terrorista de ayer fue perpetrado por personas vinculadas con los jefes guerrilleros Abduló Rajímov, conocido como el mulá Abduló, y Alovidín Davlátov.
Según Majmadalíev, los autores del ataque fueron "mercenarios de la República Islámica de Pakistán, la República Islámica de Afganistán y la república rusa de Chechenia, que usando de tapadera la religión sagrada del islam tratan de convertir Tayikistán en un escenario de guerras intestinas".
Tayikistán, el país más pobre de la región, ha sido escenario en las últimas semanas de varios ataques violentos.
El 11 de septiembre varios guerrilleros fueron abatidos por guardias fronterizos cuando un grupo de unos 40 hombres intentó cruzar la frontera desde Afganistán, según informó el CESN.
A principios de mes, un oficial murió y otros 25 agentes resultaron heridos en un atentado suicida con coche bomba perpetrado contra una comisaría de la segunda ciudad más importante de Tayikistán, Judzhand, en el norte del país.
Entonces, el Gobierno denunció que el atentado podría haber sido cometido por el Movimiento Islámico de Uzbekistán (MIU), cuyo principal objetivo es derrocar a los gobiernos laicos de los países de Asia Central.