WASHINGTON. El presidente de EE.UU., Barack Obama, buscó hoy movilizar el voto hispano de cara a las legislativas de noviembre con un discurso en el que reiteró que no cejará para lograr la reforma migratoria.
Obama compareció hoy, por tercer año consecutivo, en la gala del Instituto del Caucus Hispano del Congreso (CHCI) para celebrar el comienzo del mes de la Herencia Hispana, y en la que pronunció un discurso de claro corte político.
El presidente dedicó buena parte de su alocución a la reforma migratoria, una promesa electoral que no ha logrado cumplir hasta el momento y una de las medidas que más le reclaman los votantes latinos, que se inclinaron por él con claridad en 2008 y que las encuestas describen como cada vez más desencantados de cara a los comicios del 2 de noviembre.
Obama reconoció que hasta el momento no se ha materializado la reforma pero insistió en que "no cejaré en esta lucha. Mi compromiso a conseguirla tan pronto como sea posible es verdadero. No podemos seguir dejando este desafío para más adelante".
"Si apelamos a las esperanzas del pueblo estadounidense en lugar de sus miedos, lo conseguiremos", afirmó el presidente estadounidense, ante una audiencia entregada de 3.000 personas que le interrumpió en diversas ocasiones para vitorearle.
"Necesitamos una política migratoria que funcione; una política que resuelva las necesidades de las familias y las empresas al tiempo que honramos nuestra tradición de país de emigrantes y país de leyes".
Admitió que políticamente no será una tarea fácil pero insistió en que "no me presenté a presidente para hacer lo fácil... y cuando creo que algo es lo correcto, creo que incluso mis críticos admiten que soy bastante persistente".
El discurso de Obama se produce apenas seis semanas antes de unos comicios legislativos, el 2 de noviembre, en los que los demócratas podrían perder la mayoría en la Cámara de Representantes y el Senado.
El voto hispano, que apoyó a Obama con claridad en las presidenciales de 2008, podría resultar determinante también en estos comicios.
En esas elecciones está en juego toda la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y una treintena de gobernadores estatales.