vitoria. Lo que hace especialmente buena a una cosecha de cereal no es únicamente que los rendimientos y la producción sean los adecuados, sino que se alcance un equilibrio con los precios. Es precisamente esta última circunstancia la que puede hacer que esta campaña se convierta en un oasis en tiempos de crisis para el agro alavés. Y es que, las últimas noticias advierten de que la cotización del cereal a nivel mundial está subiendo por momentos. A pesar de que no es hasta mediados de septiembre cuando se suele saber el precio de las distintas gramíneas, los diferentes imprevistos que han acaecido este verano, permiten dilucidar que será un buen año.
La noticia más importante se centra en los desgraciados incendios que están asolando Rusia y que han mermado considerablemente la producción de este país. El primer ministro ruso ha reconocido la posibilidad de que la cosecha de este curso no sea suficiente para abastecer la demanda del propio país debido a la destrucción por el fuego de un tercio de las cosechas rusas y, por ello, anunció la prohibición desde el mismo domingo de exportar cereales hasta finales de año.
No hay que olvidar que el país eslavo es el quinto productor mundial de cereal y uno de los principales exportadores. El año pasado recolectó 97 millones de toneladas, mientras que las primeras estimaciones calculan que en 2010 no se alcanzarán los 60, cuando la demanda interna es de 75 millones de toneladas. Así las cosas, si normalmente vende a Europa, Oriente Medio y África del Norte un 20% de su cosecha total este ejercicio esa parte del mercado se dividirá entre otros productores. Esta actividad comercial le ha reportado a las arcas rusas los últimos tres años un ingreso de más de 4.000 millones de dólares cada curso.
pakistán A esta situación hay que sumar las últimas inundaciones acaecidas en Pakistán, que han asolado precisamente la zona del Punjab, considerada el granero del país. Esta zona es la séptima productora mundial y las anegaciones producidas por la subida del río Indo han anegado más de un millón de tierras de cultivo, según la ONU. Así las cosas, aunque la mayoría de su cosecha se dedica a consumo interno, este año necesitarán comprar trigo a otros productores para satisfacer sus propias necesidades.
Todo esto está provocando una subida de los precios en los mercados internacionales de materias primas. Así, por lo menos, se puede observar en el parqué de Chicago, mercado de referencia del cereal, donde en junio la tonelada de trigo cotizaba a 172 dólares y el viernes pasado llegaba a los 258. Un crecimiento que, según los expertos, supone el mayor salto desde 1970. "Los precios ahora están bien. Chicago y París han tenido un aumento espectacular. A ver qué supone al final", comenta el responsable de Sagral, Ángel Cruz. Menos confiado se muestra Felipe González de Arrilucea, que recuerda que, a pesar de esta situación, éste será el tercer año récord de producción mundial de cereal de los últimos ejercicios.
Además, también apunta que no todo el sector primario se verá beneficiado. Y es que los ganaderos ya ven cómo esta subida de las cotizaciones en el cereal se reflejará en los piensos que ellos requieren para alimentar a sus cabañas, incrementando de nuevo los costes.