WASHINGTON. - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo hoy que apoya el plan de los musulmanes de construir una mezquita en Nueva York, proyecto que fue blanco de críticas por su proximidad al sitio donde ocurrieron los atentados del 11 de septiembre de 2001.
"Como ciudadano, y como presidente, creo que los musulmanes tienen el mismo derecho de practicar su religión como cualquiera en este país", señaló Obama durante una cena de Iftar, la comida con que se rompe el ayuno durante el mes sagrado del Ramadán, en la Casa Blanca.
"Eso incluye el derecho de construir un lugar de culto y un centro comunitario en una propiedad privada en bajo Manhattan, de acuerdo a las leyes y ordenanzas locales. Esto es Estados Unidos y nuestro compromiso con la libertad religiosa debe ser inquebrantable", indicó el mandatario.
"El principio de que las personas de todas las religiones son bienvenidas en este país y no serán tratadas de manera diferente por su gobierno hace a la esencia de lo que somos".
Un grupo privado ganó la semana pasada el derecho de demoler un edificio en Nueva York a sólo dos cuadras del sitio donde se encontraba el World Trade Center con el proyecto de construir un edificio de 15 pisos para la mezquita y el centro cultural islámico.
Sin embargo, los familiares de las víctimas de los ataques terroristas y varios políticos se pronunciaron en contra del plan, que sostienen que es una falta de respeto a las víctimas de los atentados.
Obama mencionó la primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que garantiza la libertad de culto y prohibe la discriminación en base a las creencias religiosas.
Si bien el presidente es cristiano, realizó varias celebraciones religiosas de diferentes credos en la Casa Blanca, incluyendo el judío, hindú y musulmán.