PHOENIX (ARIZONA). Cientos de partidarios de la nueva ley de inmigración de Arizona se reunieron el sábado en el centro de la capital del estado, Phoenix, para respaldar la aplicación de la legislación y pedir la aplicación de medidas similares en el conjunto de Estados Unidos.
Entre 200 a 300 activistas de varios estados del país se reunieron afuera del capitolio estatal para respaldar la ley, que entró en vigor el jueves en una versión debilitada. Algunos de los asistentes portaban pancartas que decían "No a la amnistía" y "Aseguren nuestras fronteras ahora".
"Estamos aquí para respaldar totalmente a Arizona, apoyar a los ciudadanos de Arizona y apoyar a los ciudadanos de Estados Unidos que se beneficiarían de leyes similares en todo el país", dijo Katrina Pierson, de 34 años, una activista conservadora del Tea Party que viajó desde Texas para asistir al evento.
Arizona, controlada por los republicanos, aprobó la medida hace tres meses para intentar expulsar a cerca de medio millón de inmigrantes ilegales del estado y detener el tráfico de personas y drogas a través de la frontera con México.
La medida atrajo un amplio respaldo en Arizona y en todo Estados Unidos, pero a ella se oponen el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y numerosos grupos pro Derechos Humanos. Una jueza federal bloqueó los elementos más controvertidos de la ley horas antes de que entrara en vigor.
Las tensiones sobre la ley han encendido un debate de décadas sobre la inmigración, que jugará un papel importante en las elecciones de noviembre, en las que los demócratas de Obama lucharán por conservar el control del Congreso.
Una decena de hispanos y activistas en favor de los derechos humanos realizaron una contramanifestación el sábado. Los partidarios y opositores de la ley de Arizona se gritaron unos a otros a través de las líneas de la Policía, pero no hubo mayores incidentes.
El miércoles, la jueza de distrito Susan Bolton bloqueó los elementos más controvertidos de la ley, sosteniendo que los temas de inmigración son responsabilidad del Gobierno federal. El fallo fue una victoria para Obama, quien está intentando tomar el control del tema.
Abogados de Arizona y la gobernadora republicana Jan Brewer pidieron a la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito en San Francisco que levante una orden contra la ley y que considere una apelación rápida. La Corte negó el viernes la solicitud de una audiencia expedita y fijó fecha para noviembre.
"Creo que la gobernadora debería considerar llevar esta apelación a la Corte Suprema", dijo Anita Hynds, una jubilada que viajó desde el Condado Orange, California, para participar en la manifestación.
El sábado, Obama advirtió a los líderes de Estados Unidos que no utilicen el controvertido tema de la inmigración ilegal como una manera de ganar poder y reconocimiento.