LONDRES. Moore, de 36 años, se encuentra "con buena salud, pese a muchos meses en cautividad", dijo Miliband, al precisar que el ciudadano británico fue liberado hoy en Bagdad.

"Peter fue liberado por sus captores esta mañana en Bagdad y fue entregado a las autoridades iraquíes. Ahora se encuentra bajo el cuidado de la Embajada británica en Bagdad", explicó el ministro en una declaración hecha en la sede de su departamento.

El jefe de la diplomacia británica señaló que ha mantenido una conversación "muy emocionante" con Moore, quien se siente "totalmente encantado" por su liberación.

Tras confirmase la puesta en libertad, el primer ministro británico, Gordon Brown, se declaró "aliviado por la maravillosa noticia", mientras que el padre del liberado, Grame Moore, de 60 años, dijo que está "loco de contento".

El consultor fue secuestrado junto a cuatro guardaespaldas (tres de los cuales han muerto) el 29 de mayo de 2007 en el Ministerio de Finanzas iraquí, situado en el centro de Bagdad, y se temía por su vida, después de la suerte de sus tres compatriotas fallecidos.

De momento, se desconoce la situación del quinto secuestrado, Alan McMenemy, aunque el Gobierno británico teme que haya podido morir.

Los cadáveres de dos de los guardias, Jason Swindlehurst y Jason Creswell, fueron entregados al Reino Unido en junio pasado, en tanto que el cuerpo de Alec MacLachlan lo fue en septiembre, y todos murieron asesinados a tiros.

En el momento de los hechos, los secuestradores -pertenecientes al grupo Resistencia Chiíta Islámica en Irak- vestían uniformes de las fuerzas de seguridad iraquíes y llegaron en unos 40 vehículos policiales al ministerio, situado fuera de la llamada "zona verde" de seguridad en Bagdad.

En febrero del año pasado, el canal árabe Al Arabiya emitió un vídeo en el que aparentemente aparecía Moore, quien pedía a Gordon Brown que las fuerzas de la coalición liberaran a nueve iraquíes que tenían detenidos a cambio de la libertad de los cinco rehenes.

A diferencia de otros secuestros en Irak, este caso ha sido objeto de limitada cobertura mediática a petición del Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido, que ha sostenido siempre que esa publicidad podía frustrar los esfuerzos para liberarlos.