El primer ministro británico, Gordon Brown, anunció ayer en un avance de los presupuestos generales que los sueldos de los altos cargos públicos que estén por encima de las 150.000 libras (166.000 euros) y los bonos superiores a 50.000 libras (55.300 euros) requerirán aprobación gubernamental y prometió medidas drásticas ante los elevados salarios, con las que espera conseguir un ahorro del 20% en los próximos tres años.