Jerusalén. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció ayer una moratoria de diez meses en la construcción en las colonias judías de Cisjordania, una medida que no satisface las exigencias palestinas para reanudar la negociación. "Espero que esta decisión ayude a lanzar negociaciones significativas para alcanzar un acuerdo de paz histórico que finalmente ponga fin al conflicto entre Israel y los palestinos", afirmó Netanyahu.
El anuncio se produce después de que el gabinete de seguridad -que engloba al consejo de ministros y responsables de diferentes organismos de seguridad- aprobara casi por unanimidad la propuesta de la moratoria, que sin embargo, no incluye Jerusalén Este ni la suspensión de la construcción de edificios públicos en las colonias.
Con este anuncio Netanyahu trata de colocar la pelota en el tejado de los palestinos y el mundo árabe al afirmar. "Nos han dicho varios de nuestros amigos que una vez que Israel adopte el primer paso importante hacia la paz, los palestinos y los estados árabes responderán", argumentó.
En respuesta a este anuncio el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Salam Fayad, dijo que la paralización en las colonias es inaceptable en tanto que no incluya a Jerusalén Este. "¿Qué es lo que ha cambiado para que algo que no era aceptable hace una semana o diez días lo sea ahora? (...) La exclusión de Jerusalén supone un serio problema para nosotros", declaró Fayad a los medios.
En el mismo sentido se expresó Nabil Abú Rudaina, portavoz del presidente palestino, Mahmud Abás, quien reprobó la decisión adoptada por el Gobierno israelí y advirtió de que "sin una total paralización en la construcción de asentamientos judíos en Cisjordania y Jerusalén Este no habrá una reanudación de las negociaciones".