madrid. El Gobierno de Sri Lanka anunció ayer que los miles de desplazados por la guerra civil que permanecen en campos de acogida en distintos puntos de la isla tendrán más libertad de movimiento y reiteró su compromiso en que puedan regresar a sus hogares antes de finales de enero.
El consejero de Presidencia y miembro del Parlamento, Basil Rajapaksa, precisó que a partir del 1 de diciembre los desplazados se beneficiarán de mayor libertad de movimientos. Rajapaksa, jefe de la unidad para la rehabilitación y reubicación de desplazados de la Presidencia ceilanesa, añadió que el Ejecutivo tiene la intención de que todas las personas que se han visto forzadas a abandonar sus hogares por el conflicto armado puedan regresar a sus casas antes del 31 de enero del año próximo.
El consejero hizo el anuncio tras visitar el área de Manik Farm, donde se encuentran varios campamentos que acogen a unos 127.000 desplazados, en el distrito septentrional de Vavuniya.
El portavoz del Ejército, Udaya Nanayakkara, explicó que la medida significa una libertad "total" y que los desplazados "podrán salir y entrar de los campos y realizar actividades en el exterior", algo hasta ahora prohibido por el Gobierno, que argumentaba razones de seguridad.
Nanayakkara precisó que desde mayo, fecha en la que las tropas ceilanesas derrotaron a la cúpula de la guerrilla de los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE) y pusieron fin a más de 25 años de guerra, más de la mitad de los desplazados han regresado a sus hogares.
El portavoz se mostró optimista ante el objetivo fijado por el Gobierno y aseguró que los preparativos para que los desplazados vuelvan a casa en enero del próximo año ya están en marcha.
El anuncio de la mejoras de los desplazados que viven en campos de acogida controlados por el Ejército y privados de libertades, llega después de que el secretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU, John Holmes, visitara Sri Lanka esta misma semana para revisar con las autoridades del país la situación de los desplazados.
"Estamos muy motivados con el progreso del Gobierno ceilanés de reubicar a la gente. Había unas 288.000 personas en mayo (fecha en la que finalizó el conflicto) y ahora, unos meses después, es mucho menos", dijo Holmes, según un comunicado difundido por el Gobierno de Sri Lanka.