Los automóviles de últimas generaciones están implementando, de manera constante, múltiples ayudas para la conducción. Algunas parecen ser detalles menores, otras simplemente son por comodidad y muchas otras, aunque lleven muchos años estando hasta en los coches más básicos, siguen sin saber utilizarse de manera correcta.
Hay veces que se nos olvida hasta cómo poner el aire acondicionado, cómo conseguir que los cristales no se empañen mientras estamos en la carretera y, entre muchas otras que quedan sin mencionar, cómo usar de manera eficiente la ruleta o el botón de recirculación del coche.
La recirculación del aire es algo básico que todo conductor debería saber para conseguir una conducción mucho más ecológica y en la que no se consuma tanto combustible. Por otro lado, ayudará también a que respiremos un aire mucho más limpio y que nuestro coche, al trabajar con un buen ambiente, no sufra tanto en su mecanismo.
Recirculación del coche
Tanto en temporadas de calor como en las de frío, este pequeño botón que funciona cuando está activado el aire acondicionado del coche, nos puede salvar de varias situaciones un tanto incómodas.
- Enfriar el coche. Antes de tener el aire acondicionado a tope cuando entramos al coche y hace un calor infernal, podemos hacer lo siguiente y que la recirculación del coche sea una buena aliada. Dejaremos las ventanas abiertas para que la temperatura se reduzca un par de grados. Si esto no es posible ya que el calor de la calle es demasiado bochornoso, activaremos directamente la recirculación del aire.
Tenemos que ser cautelosos y pulsar el botón correcto, que se identifica por una flecha giratoria dentro del dibujo de un coche. De esta manera el aire que enfría el propio coche se estará utilizando constantemente y no entrará el calor del exterior, aliviando la carga del compresor.
Al estar el aire en continua rotación, esto hace que estemos respirando un ambiente que se contamina cada vez más, por lo que es recomendable que el sistema de recirculación se pare tras diez minutos de funcionamiento (algunos coches tienen esta función automatizada).
- Invierno. En los meses de frío pasa todo lo contrario. Al activar la recirculación del coche una vez que ya hemos calentado el mismo, evitaremos que entre aire frío y conduciremos más calentitos. Por otro lado, es bueno de vez en cuando activar la circulación del aire exterior ya que si no lo hacemos daremos paso a que los cristales se empañen más rápido.
- Malas condiciones del aire. Siempre que pasamos por unas obras, nos pasa un camión de basura por al lado o durante nuestro viaje habitual nos topamos con el mismo tramo pestilente de siempre, desearíamos poder respirar aire de calidad. La función de la recirculación es lo más útil que puedes tener en los momentos de hedor.
Lo fácil que es darle al botón durante un par de minutos para no tener que respirar ese aire tan horroroso es lo que te va a alegrar en tu próximo viaje por la carretera. A su vez, podemos tener en mente esta función si tenemos alergia al polen o nos quedamos atascados en un túnel, así evitaremos que entre aire sucio.
Aun sabiendo todo esto, recordamos que lo más conveniente al utilizar la recirculación es tan solo ponerla durante un periodo de aproximadamente diez minutos, mantener en buen estado el filtro del habitáculo y nunca dirigir directamente el aire de la ventilación hacia la cara del conductor o pasajeros.