Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) se han convertido en una de las principales medidas adoptadas por las ciudades para reducir la contaminación del aire y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Estas áreas limitan la circulación de vehículos que emiten altos niveles de contaminantes, con el fin de promover el uso de medios de transporte más sostenibles.
Sin embargo, para muchos conductores, la imposición de estas medidas supone un reto logístico y económico. A continuación, presentamos una serie de trucos para sobrevivir a las ZBE y adaptarse a esta nueva realidad urbana.
Conoce las restricciones de tu ciudad
El primer paso para sobrevivir a las zonas de bajas emisiones es informarse sobre las normativas locales, así como las de la Dirección General de Tráfico (DGT). Cada ciudad que implementa ZBE puede tener reglas diferentes en cuanto a los vehículos permitidos, horarios de acceso y sanciones.
Por ejemplo, en ciudades como Madrid o Barcelona, solo los vehículos con etiqueta "Cero emisiones" o "ECO" pueden acceder sin restricciones a estas zonas, por lo que es fundamental revisar las regulaciones para evitar multas.
Además, algunas ZBE tienen horarios limitados, lo que significa que fuera de ciertas horas, los coches contaminantes pueden circular libremente. Saber cuándo y dónde aplicar estas normativas puede evitar sorpresas.
Planifica tus trayectos
Las aplicaciones de movilidad son una herramienta importante para moverse por las zonas de bajas emisiones. Aplicaciones como Google Maps no solo proporcionan rutas alternativas; también incluyen información actualizada sobre restricciones de tráfico en las ZBE.
Asimismo, algunas ciudades han desarrollado sus propias aplicaciones para ayudar a los ciudadanos a comprobar si su vehículo puede entrar en la zona restringida o no.
Con estas aplicaciones, puedes encontrar aparcamientos disuasorios, que se encuentran justo fuera de las ZBE y suelen estar conectados con el transporte público, lo que permite dejar el coche a las afueras y entrar en el centro de la ciudad sin restricciones.
Aprovecha los aparcamientos disuasorios
Las ZBE están vinculadas a una estrategia más amplia de movilidad urbana que incluye la instalación de aparcamientos disuasorios en las afueras. Estos parkings permiten a los conductores dejar sus vehículos y continuar el trayecto en transporte público, en bicicleta o incluso caminando.
Por si fuera poco, muchos de estos aparcamientos son gratuitos o tienen tarifas reducidas si se combinan con el uso del transporte público.
Este sistema es una forma efectiva de adaptarse a las restricciones sin necesidad de cambiar de vehículo, además de ser una opción económica para aquellos que no pueden permitirse un coche híbrido o eléctrico.
Considera el coche compartido
El 'car sharing' se ha popularizado en los últimos años como una alternativa eficiente y respetuosa con el medio ambiente. Empresas como Zity, Share Now o Wible permiten alquilar vehículos eléctricos por minutos o por horas
El coche compartido es ideal para entrar y salir de las ZBE, ya que la mayoría de estas flotas están compuestas por vehículos eléctricos que tienen acceso ilimitado a estas áreas.
Al no tener que preocuparte por el mantenimiento o la compra de un coche, el 'car sharing' puede ser una opción más económica a largo plazo.
Bicicleta o los patinetes eléctricos
El auge de la movilidad en forma de bicicletas y patinetes eléctricos ha revolucionado la forma en que nos desplazamos por las ciudades. Estos medios de transporte no emiten contaminantes y son fáciles de aparcar.
Muchas ciudades han desarrollado carriles bici específicos y zonas seguras para patinetes, lo que facilita su uso. Del mismo modo, la mayoría de servicios de alquiler de bicicletas están integrados con las infraestructuras urbanas.
Ayudas y subvenciones para vehículos ecológicos
Si crees que la mejor solución es cambiar de vehículo, conviene investigar las ayudas y subvenciones que existen para la compra de eléctricos o híbridos. Hay instituciones que ofrecen incentivos económicos para fomentar la adquisición de vehículos menos contaminantes.
Algunos de ellos ofrecen subvenciones para la compra de coches eléctricos y la instalación de puntos de recarga en el hogar. Y, en algunas ciudades, los propietarios de vehículos eléctricos tienen ventajas adicionales, como el acceso gratuito a zonas de estacionamiento regulado o la exención de impuestos de circulación.
Adapta tu coche
Otra opción para sobrevivir a las ZBE sin cambiar de vehículo es adaptarlo. Los vehículos más antiguos pueden instalar sistemas de gas licuado (GLP), que reducen las emisiones contaminantes y permiten acceder a estas zonas con la etiqueta "ECO".
Aunque la instalación de este sistema supone una inversión inicial, puede ser una solución rentable para aquellos que no desean adquirir un coche nuevo.
Prioriza el transporte público
El transporte público es la alternativa más eficiente y ecológica para moverse por las ciudades con ZBE. La mayoría de estas áreas están perfectamente conectadas por autobuses, tranvías y redes de metro.
Por ejemplo, los bonos de transporte o las tarjetas de viajes ilimitados son otra opción económica para quienes necesitan moverse frecuentemente por la ciudad, y muchas veces incluyen descuentos para los residentes.