Eder Aurre tiene su taller muy cerca del Puente Colgante de Bizkaia, en el lado de Portugalete (Bizkaia). Es un espacio lleno de luz y con mucha vida a su alrededor. No recuerda a qué edad se planteó que su futuro iba a estar repleto de telas de colores, máquinas de coser, hilos y agujas. Tiene dos referentes profesionales: su amama, que era modista, y su madre, una mujer a la que no regatea halagos y a la que considera de un gusto exquisito. Ha ganado numerosos premios y son ellos los que le han situado en el lugar en el que se encuentra, con un presente espléndido y un futuro aún mejor. Además de las colecciones que presenta en pasarelas tiene dos líneas en las que basa su trabajo: la ropa a medida, la mayoría destinada a eventos, y las creaciones más comerciales, sudaderas y camisetas. Le gusta arriesgar, es atrevido en formas y colores, y está considerado como una promesa más que objetiva del nuevo diseño vasco.

Ha superado usted el quinquenio en el incierto mundo de la moda, que no es broma.

Empecé en 2014 con el certamen Creamoda, trabajaba paralelamente para otras marcas e hice mi primera colección cápsula. En 2017 ya decidí montar mi propia firma. Este es un mundo que me apasiona y por el que estoy dispuesto a pelear.

¿Desde cuándo le va coser y cantar?

Ja, ja, ja... Mi amama fue modista durante muchos años en Huelva y mi ama es una gran apasionada de la moda. Me recuerdo leyendo las revistas que compraba mi madre, que devoraba y de las que recortaba lo que me gustaba. Son importantes las cosas que te inculcan cuando eres pequeño, y eso que me gustaba, la moda, lo he nutrido, lo he convertido en mi sueño y al final ha acabado siendo mi profesión.

¿Modisto o diseñador?

Para mí, la palabra modisto significa mucho. La relaciono siempre a grandes casas de costura. Diseñador me parece una palabra más moderna, que abarca todo, pero de una forma más actual. Me veo más bajo el nombre de diseñador, porque creo que soy humilde y no me gusta catalogarme más de lo que me considero. Modisto me parece un nombre demasiado alto para el poco tiempo que llevo.

Hay diseñadores que nunca han dado una puntada, que reconocen que no saben coser.

Hay quien piensa que el diseñador solo hace el boceto, pero yo sé manejar todo el proceso, desde el diseño, el prototipo, la confección... Absolutamente todo. Tengo gente que trabaja en el estudio, cada uno en un apartado diferente.

¿Es importante saber coser para diseñar?

En mi caso, sí. Hay gente que delega y cuyo equipo realiza todos los procesos a partir de un boceto. Pienso que es importante ser conocedor de todas las técnicas, de todos los acabados, ser consciente de los diferentes materiales y conocer todas las caídas. Es necesario controlar los procesos para luego poder exigir a tu equipo, porque en casos extremos, cuando el acabado no sale cómo tú quieres, te sientas y lo realizas a tu gusto.

Si hablamos de estilo, ¿cuál es el suyo?

Lo identificaría con una mujer sofisticada, elegante, con un punto clásico, pero que a la vez es moderna. Para mí los años dorados de la moda son los 50, y la referencia es Cristóbal Balenciaga. Siempre saco formas, volúmenes, texturas y tejidos de esa época. Es la mujer que siempre traslado, pero con un toque del siglo XXI.

¿Un diseño de colores?

Siempre. El color naranja es mi fetiche, y me encantan los morados y los limas. De hecho, me gusta mucho plasmar todo ello en la misma prenda. Me gustan más las mezclas que un vestido monocolor. Si hago un vestido naranja lo mezclo con buganvilla, o le pongo un toque amarillo o una pluma bordada de diferente color. La vida es alegría. Lo que llevamos puesto encima es nuestro propio reflejo. Cuando veo a una persona entera de beige, de gris o de azul...

¿No hay alegría en esos colores?

Sí, sí, no quería decir eso. Alguien que vaya de azul puede tener un estilo muy personal y también puede ser muy alegre, pero cuando alguien lleva color traslada directamente la alegría. El color traslada la locura que llevamos dentro y mis diseños son el claro reflejo de cómo soy.

Euskadi siempre ha sido un lugar muy sobrio para vestir, y los azules, grises y beiges han sido predominantes.

Toda la zona norte de España es así. Tú vas por Bilbao y no se ve una gran cantidad de color. No es como el sur, donde predominan los estampados. Aquí el estampado cuesta mucho. Un estampado de flores aquí puede resultar infumable. Es en lo que estamos educados, pero cuando la gente ve un modelo colorido en una pasarela, le encanta.

Aunque luego no lo compra.

Eso es. Aunque digan que se lo comprarían, aquí no lo hacen, o al menos no en gran medida. No hay ese punto atrevido. La gente tiene la costumbre de hacer pequeñas inversiones en piezas que son neutras, y también es verdad que esas piezas neutras perduran en el tiempo.

No ocurre lo mismo a la hora de vestir para una boda...

No en ese caso, cuando la gente se viene arriba con los colores y muestra unos gustos más diversos. La diferencia puede estar en el vestir en el día a día o para una ocasión especial.

¿Se puede vivir de la moda?

No es fácil, pero se puede. Hay que reconocer la comodidad de trabajar para otras personas. Te evita el irte a la cama con incertidumbres y preocupaciones, pero yo no cambiaría el tener mi propia firma por nada del mundo. Tener tu propia marca te da tantas cosas... Salen proyectos muy ilusionantes que son la inyección para seguir en este sector, aunque cuesta mucho, eso no se puede negar. Supone mucho esfuerzo y tienes que quitarte muchas cosas de tu vida, planes de viajes o estar con tus amigos tomándote una cerveza, porque no tienes tiempo. Aun así, merece la pena. En este sector, y supongo que en todos, nadie te va a regalar nada.

¿No se ha animado a meter la cabeza en las grandes pasarelas?

Es mi idea. Aún llevo poco en el sector y deseo ir paso a paso. Es como una gráfica: empiezas, te tienes que dar a conocer, tienes que crear€ La moda tiene sus picos.

¿Y en qué etapa está usted ahora?

Estoy investigando. He estado en la etapa de saber qué es lo que quieren mis clientas. Mi equipo y yo tenemos unas líneas muy potentes, la de a medida para eventos, la línea de novias, y hay otra que es más comercial: la de las sudaderas y camisetas. Me he dado cuenta de que mis colecciones de pasarela gustan, pero ¿las comprarían?Volvemos a lo que hemos comentado antes: son prendas muy potentes para el día a día.

Pero están los momentos evento.

Ya, pero no hay tanto evento, no al menos en Bilbao. Al final, el cliente es quien te va dirigiendo y te dice que quiere esa prenda elegante y sofisticada, pero no para un día a día. Y nos tenemos que ajustar a sus gustos. Apostar por una pasarela internacional o nacional es el punto en el que me encuentro.

¿Le ha puesto edad a sus diseños?

Hay clientas de edades muy variadas. Tenemos algunas que tienen poco más de veinte, hermanas o amigas de novias, y señoras de setenta que también quieren verse guapas en la boda de una nieta. Hay una horquilla de edad muy amplia. Están también las camisetas para ocasiones más informales o las prendas de pasarela para gente que tiene eventos€ No, mis diseños no tienen una edad determinada.

¿Cuál es su estilo a la hora de vestir?

Soy bastante neutro. No me gusta verme con mucho aparataje. Como trabajo tanto el color y los volúmenes, intento neutralizarme para no contaminarme. Las sudaderas son muy potentes en cuanto a color y son unisex. Yo mismo me las pongo, pero lo hago como algo muy especial. La gente que me conoce me suele decir que no vaya en un estilo tan neutro, pero creo que lo hago para no emborracharme de tanto color. La moda masculina la veo de una forma diferente a la femenina. Me gusta una mujer que juegue con el color, muy sofisticada con las texturas, los colores€

¿Y un hombre?

Más clásico, con tonos más neutros y menos coloristas. Sé que hay una tendencia a hacer moda masculina muy potente, exagerada, y me parece una magnífica idea. Me gusta, pero no para llevarla yo. No me identifico con ese concepto de hombre.

¿No se ha planteado el diseño de moda masculina?

No es algo que me atraiga. Hemos hecho alguna pieza de forma ocasional para algún cliente. Es que me gusta diseñar con color y no me sentiría muy cómodo haciendo moda de hombre, porque sería muy neutro en ese caso. Además, pienso que el mercado está muy saturado en este sentido. Hacer algo que llame la atención en el mundo de la moda masculina me parece muy complicado.

¿Es más sencilla la moda de mujer?

Con la moda femenina es con lo que realmente disfruto, y me parece un mundo infinitamente más interesante que la moda masculina. No digo que no se haga buena moda masculina, pero no es el lugar en el que quiero estar.

¿Qué telas son las que más le gustan?

Me gusta trabajar con los tafetanes de seda bordados. Las organzas de seda también me alucinan, y puedo decirte que con las telas soy muy de flechazo. Voy a ojo, y para mí es un honor trabajar con Rafael Matías, un establecimiento que es un icono de las telas. Cuando voy allí me pueden enseñar todo lo que quieran, pero si no me da al ojo, es que no. Nada más ver un tejido sé si me gusta o no. Me gustan las sedas naturales, las gasas, las telas plisadas€ Una tela vaquera no me atrae mucho, a no ser que tenga algún bordado, pedrería o algún tipo de paillette o lentejuela. Me gusta que los tejidos sean diferentes y potentes.

Su madre seguirá siendo su principal clienta...

Sí, y es además mi inspiración. Es una mujer muy estilosa, con un gusto exquisito. Yo soy más atrevido a la hora de crear que el estilo de mi madre. Ella es más clásica, más neutra, pero tiene muy buen ojo para hacer mezclas, para los largos y para las composiciones. Pienso que es de ahí de donde he heredado la pasión por este sector. Mi madre es la que pasa el filtro cuando hago una colección.

¿Se atiene a la tiranía de las modas?

No. Mis prendas son atemporales. Creo piezas de lo que tengo en la cabeza y uso mi inspiración, no lo que está o no de moda. Es cierto que a menudo nos contaminamos de lo que vemos. Ves una revista, una alfombra roja o Instagram y estás recibiendo información de todo lo que se está convirtiendo en tendencia.

¿Y le gusta lo que ve?

No siempre. A veces piensas: ¿Cómo es posible que esto esté en el mercado si es infumable? Pero es tendencia o lo quieren convertir en tendencia. Intento no contaminarme y tener mi propio estilo. Considero que mis prendas son atemporales, y mi concepto de moda es hacer prendas potentes visualmente y que sean de calidad y con buenos acabados, pero que perduren en el tiempo. Quiero que una prenda dure en los armarios. No me gusta que te compres algo porque es tendencia y en la siguiente temporada no te acuerdes de esa prenda o la hayas tirado a la basura. Detesto ese consumismo de lo inmediato.

¿Qué es para usted un fondo de armario?

Tener unas prendas que realmente te identifiquen y con las que te sientas cómoda. Un fondo de armario es aquel que tiene prendas que van a gustar ahora, septiembre de 2021, y que te vas a seguir poniendo en septiembre de 2030. Comprar vestuario de tendencia de temporada para mí es comprar prendas con fecha de caducidad. No estoy de acuerdo con las tendencias del momento que venden las influencers. La prenda buena se convierte en icono y eso es lo que hay que tener en un fondo de armario.

¿Hay que ir a las prácticas del pasado?

Exacto, a un fondo de armario como el que tenían nuestros abuelos. Tenían dos abrigos buenos, pasaban treinta años y los abrigos seguían intactos.

¿Cómo está la moda vasca?

Creo que en modo lineal. Podía estar infinitamente mejor, porque hay marcas y sector para que esté mejor de lo que ahora mismo está.

¿Y qué falla?

Que es un sector muy difícil en el que haces continuamente un sacrificio para sobrevivir. Una pequeña ayuda externa se agradecería mucho. Apoyar el talento vasco me parece algo básico. De la misma forma que se apoya la cocina y otros sectores, se tendría que apoyar a la moda que nace aquí. Creo que no se nos saca el partido que se nos podría sacar.

PERSONAL

Edad: 28 años.

Lugar de nacimiento: Portugalete (Bizkaia).

Formación: Hizo un grado en patronaje y diseño complementándolo con un máster en moda en la UPV. Más adelante siguió formándose en Central Saint Martins de Londres.

Inicios: Una vez finalizada la etapa académica Eder Aurre fue contratado durante dos años como codirector creativo de una firma vasca y ha trabajado en marcas como Mercedes de Miguel.

Trayectoria: Con su primera colección obtuvo el premio Creamoda, certamen internacional que le abrió las puertas a nuevos e interesantes proyectos. Durante este último año presentó su segunda colección en el Certamen nacional de jóvenes diseñadores, consiguiendo ser vencedor en todas las categorías. Ha sido premio GetxoModa al mejor diseñador joven vasco, premio Mejor diseñador joven nacional y premio a la Mejor colección en Assembly Graz (Austria), entre otros reconocimientos.

Estilo: A la hora de crear y diseñar destaca su pasión por las líneas depuradas, el color y por las formas arquitectónicas.