El viste como quieras, pero con estilo, está de cumpleaños. Y, además, con número redondo. Se trata de los 50 años de la moda Adlib, o más conocida simplemente como moda ibicenca, un estilo convertido con el paso del tiempo en atemporal y que está ligado a la vestimenta tradicional isleña.
Así, los sombreros de paja, las zapatillas de esparto y los mantones de las mujeres presentes en la indumentaria local son parte de su inspiración, junto al inseparable blanco que acompaña a la mayoría de los estilismos unidos a la isla Pitiusa.
El cumpleaños se celebró, como no podía ser de otra manera, con un desfile, un evento que contó con Nieves Álvarez como conductora del show y con la presencia de las modelos Malena Costa, Neus Bermejo y Nuria Rothschild. La sorpresa llegó de la mano de tres de las mejores modelos españolas de los años 90, ya que Vanesa Lorenzo, Martina Klein y Verónica Blume, que mantienen una estrecha relación con la isla, también se subieron a la pasarela vestidas del icónico diseñador Luis Ferrer.
El desfile se celebró el pasado mes de junio en el Baluarte de Santa Lucía, donde bajo el nombre Adlib Ibiza: 50 años de moda y en forma de un sentido homenaje a las cinco décadas de esta marca, los asistentes vibraron con las firmas Vintage Ibiza, Elisa Pomar, K de Kose-Kose Privée, Monika Maxim Ibiza, Espardenyes Torres, Dolors Miró Ibiza, S72Hat, Etikology, Piluca Bayarri, Estrivancus, Ibiza Stones, Ivanna Mestres, Virginia Vald, Ibimoda, Tony Bonet y Charo Ruiz.
Entre las propuestas hubo de todo, desde alta costura hasta moda nupcial, modelos de día y de noche, de hombre, de mujer, infantil, complementos y piezas inspiradas en los inicios de esta marca promovida por el Consell d'Eivissa. En las colecciones se pudo apreciar un claro respeto por las raíces y por la cultura de la isla, con la presencia de tejidos nobles, artesanía y colores naturales y certeros.
Adlib Ibiza: 50 años de moda contó, además, con la participación de la modelo Olive Moody, un nombre muy especial para la isla, ya que esta mujer no solo participó en la primera Semana de la Moda allá por el año 1971, sino que llegó a protagonizar, con un vestido de Briggite Attar, el cartel de Turespaña que dio la vuelta al mundo aquel año.
Tal y como recalcaba Nieves Álvarez, quien acompañó a Olive Moody sobre la pasarela, "ella es la persona que mejor encarna hoy los valores de Adlib Ibiza, que permanecen inmutables, sustentados en el buen gusto y en la elegancia".
Hace 50 años
Corría el año 1971 cuando nuevos residentes y artistas llegaron a las Pitiusas en un momento cultural muy significativo gracias, entre otras cosas, a la fusión de prendas propias del traje payés con aromas de un más que consolidado movimiento hippie en la isla. Eran los inicios de la moda Adlib, y pocos, muy pocos (por no decir nadie) pensaron que esa tendencia llegaría a convertirse en una marca conocida de manera internacional, y que sigue teniendo hoy el mismo atractivo.
Aquella Primera Semana de la Moda de Ibiza se celebraba en el marco de una pasarela natural y fresca en el que se plasmó una realidad que ya desfilaba por la calles ibicencas. Diseñadores y creadores, de la mano de costureras y mujeres de la isla, pusieron en valor la delicadeza de unos materiales naturalmente toscos, pero trabajados artesanalmente.
Desde sus inicios quedó claro que Adlib Ibiza no era solo una cuestión de vestimenta o moda. De hecho, se trataba de un movimiento estrechamente ligado a una manera de concebir la vida basada en el respeto, en la innovación, en las tendencias, y sobre todo en la libertad y el buen gusto de uno de los rincones más cosmopolitas del mundo. Un estilo que buscó inspiración inicial en la luz de los sombreros de paja que no envejecen, en las zapatillas de esparto, en los refajos de algodón y en los mantones de las mujeres, todos ellos elementos muy presentes en la indumentaria local.
El nombre de Adlib fue acuñado por uno de sus artífices, José Colomar, vicepresidente en aquellos años de Fomento del Turismo de Ibiza, ente que junto con la Cámara de Comercio apoyó y consolidó una marca que nacía amparada en la expresión latina ad libitum, que significa libertad.
La multiculturalidad de la isla, llena de artistas y de visitantes llegados de todos los rincones del mundo hizo el resto, y terminó por fusionar aquella amalgama de tendencias. Hoy, la Moda Adlib sigue siendo perfectamente reconocible y triunfa, con el color blanco como estandarte, en todo el mundo, llevando aromas de verano y de deseada libertad.
Smilja Mihailovitch, el nombre imprescindible
¿Quién fue? Smilja Mihailovitch no era ibicenca, pero se convirtió en la Princesa de las Pitiusas. Desde que descubrió su estilo de vida y moda, junto a una serie de personalidades de la época, se convirtió en una seguidora acérrima de la isla... y de su moda. De hecho, ha pasado a la historia como la autora de aquella frase que tan bien definía el estilo Adlib: "Viste como quieras pero con gusto".
Smilja Mihailovitch nació y vivió en la antigua Yugoslavia hasta que cayó en manos de los nazis en 1945. Ella estaba relacionada con la realeza local, tanto que de hecho era princesa. Con la llegada de los nazis, Smilja tuvo que emigrar de su país, al igual que miles de personas de toda Europa, para poder sortear el yugo de Hitler. Comenzó para ella un periplo por toda Europa, pasando por París o Londres, hasta que recaló en España en la década de los 60, que tampoco es que fuera un dechado de libertades, porque el franquismo estaba en pleno apogeo.
En el Madrid de la época Smilja se codeó con lo más granado de la sociedad de la época, y se relacionó con personalidades como Miguel García Sáez, quien estaba casado con la princesa Inmaculada de Borbón Dos Sicilias Lubaminski, además de con Carmen Figueroa o Pilar Franco. Una serie de protagonistas que posteriormente le ayudarían a impulsar socialmente la moda Adlib.
En el año 1966 Smilia hizo un viaje que le cambiaría la vida definitivamente: conoció Ibiza, y lo hizo en un momento en el que la isla digería el boom del turismo y la invasión de los hippies, que tanto darían de que hablar en años posteriores. La princesa conoció no solo el estilo de vida ibicenco, sino también su gastronomía y la indumentaria tradicional, que le causó tal impacto que se decidió a defenderla a capa y espada. La clave y el éxito del proyecto de esta mujer fue que supo ver, detrás de esta nueva moda, una manera de potenciar a la isla económica y turísticamente.
Una vida dedicada a la isla de sus amores. Smilja Mihailovitch falleció el 2 de noviembre de 1994 en su casa de Ibiza, desde donde se entregó durante más de dos décadas a la promoción de la moda Adlib y al lanzamiento turístico de la isla balear. Frecuentó además numerosos eventos sociales en la península, que la convirtieron también en asidua de las revistas del papel couché. Por otro lado, firmó durante años en el Diario de Ibiza una sección de opinión en la que se hacía llamar Princesa Smilja, sobrenombre con el que el mundo la recuerda.
Está claro que esta mujer moderna y avanzada supo captar con la moda Adlib el carácter especial de las islas, la comprensión y la complicidad existente en aquellos años entre los payeses y los turistas, y cómo no, la peculiar forma de ataviarse de los isleños, ya influenciados por sus visitantes. Puso todo su empeño en que esa forma de vestir que se había adueñado de las calles ibicencas se subiera a la pasarela, y por eso fue la precursora de aquella primera Semana de la Moda hace ahora 50 años. Hoy, todo el mundo la sitúa en los mismos orígenes del éxito actual.