“Habrá un momento dado que el pueblo querrá colgarlo de los pies”, ha afirmado Santiago Abascal sobre Pedro Sánchez. El pueblo, dice Santiago Abascal. Pocas cosas hay más temerarias que un político/a proclamándose portavoz del sentir del pueblo/ciudad/nación/barrio/comunidad de vecinos/as, siempre tras sesudo y sustentado análisis sociológico. Un día de estos tendremos que hablar en serio de cómo se construyen acciones en torno a discursos, de cómo se generan estados de situación y se fabrican argumentos que acaban justificando lo injustificable. Recomiendo vivamente echar un vistazo a la Historia del siglo XX. Por lo demás, me niego a comentar el resto de la declaración. Hay afirmaciones tan vergonzosas que deberían calificarse por sí solas y autores que deberían avergonzarse solitos. Y me voy, como quien no quiere la cosa, con Javier Milei, nuevo presidente de Argentina, lugar maravilloso al que siempre hay que volver. Milei, señor de la motosierra y anarcocapitalista, mejunje ideológico que no soy capaz de descifrar, también ultra y populista. “No hay alternativa posible al ajuste, no hay plata”, proclamó el domingo en un discurso que a algunos ha recordado a Thatcher en los ochenta. La idea de justicia social está mucho más que en riesgo. No perdamos de vista Argentina.