Alguna vez, nuestro amado escanciador de café y otras sustancias, hasta la coronilla y más allá de asistir a la queja permanente, les ha retado a los viejillos de nuestro querido templo del cortado mañanero a dejar de tocar las narices y formar un partido político, dado lo listos que se creen. Por fortuna para el futuro de la especie humana, esa idea nunca ha pasado de ser una mera bravata sin más recorrido. Pero ahora que las formaciones de lo vasco están mudando de candidatos y toca aprenderse caras y nombres nuevos, a algunos abuelos se les ha ocurrido que estaría bien que determinados veteranos premium se presentasen como cabeza de lista de los partidos en liza para convertir el antiguo instituto Ramiro de Maeztu en una fiesta sin fin. La idea está todavía en maduración, más allá del pequeño inconveniente de que habría que convencer antes a los políticos para que se apartasen a un lado. Pero hay una cosa que ya está clara y es la que tiene que ver con el día de toma de posesión del nuevo yayolehendakari. Los aitites quieren situar bajo el árbol de Gernika una reproducción funcional de la barra del bar. Sostienen que para instaurar la que será conocida como la Era de la Viejilla y el Viejillo con Label es necesario comenzar marcando las prioridades.
- Multimedia
- Servicios
- Participación