La macroencuesta de EITB Focus ha prendido la mecha de la cuenta atrás electoral de dos meses hasta los próximos comicios forales y municipales. Y diríase que de fondo, mientras las mentes preclaras del país deglutían los gráficos desentrañando tendencias, sonaba Centro de gravedad permanente de Franco Battiato, un clásico cuarenta años después. Porque el PNVrefuerza su mayoría en todos los herrialdes y además se impondría en las tres capitales, con holgadas ventajas tanto en Bilbao como en Donostia y con la estrechez propia de una ciudad tan fragmentada políticamente como Vitoria-Gasteiz. La cohabitación gubernamental en las instituciones más relevantes del país junto al PSE queda blindada a la vista de este último sondeo de alcance, pues la ligera caída de los socialistas vascos puede explicarse por el desgaste de la marca a nivel estatal tratándose de vasos comunicantes y no se atisba otro modelo de gobernanza sostenible en Euskadi. 

La ausencia de una verdadera pulsión de cambio, sin menoscabo del avance de EH Bildu, queda acreditada fidedignamente en el territorio alavés. Donde el PNV consolidaría su hegemonía con la posibilidad de ganar hasta dos junteros, para alcanzar los 19 procuradores, en tanto que a la coalición abertzale se le atribuye uno más (13). El socialismo pragmático que encarna Cristina González perdería un escaso punto porcentual en intención de voto (18%) con opciones de conservar sus diez actas, así que la mayoría absoluta PNV-PSE se antoja de reedición más que factible y apunta a un tercer mandato del jeltzale Ramiro González, quien ya ha anunciado que su socio gubernamental será el primero al que contactará con la retirada misma de las urnas.

La cerrada pugna entre un pleno de candidatas en Vitoria-Gasteiz se va decantando también en favor del PNV y en nombre de Beatriz Artolazabal, que podría añadir un concejal a los siete que ha liderado Gorka Urtaran en esta su última legislatura. La diferencia respecto de EH Bildu se mantiene sobre los tres puntos en porcentaje de sufragio estimado (25,6%, por 22,3%) y el PSE, como en las Juntas, tiene a un representante en el alero aunque se garantiza cinco. Así que la mayoría absoluta de 14 concejales precisaría que jeltzales y socialistas colmasen sus expectativas, un escenario complejo. En su defecto, la misma minoría mayoritaria hoy vigente con Maider Etxebarria repitiendo en una tenencia de alcaldía, pese al sorpasso abertzale por confirmar.

La demoscopia traza la senda de la gobernanza desde la centralidad posibilista pero falta el refrendo popular. Cabe recordar que la abstención abona el populismo, cuya radicalidad se licúa con solidez institucional y gestión solvente más la defensa del autogobierno, tractor de prosperidad y calidad de vida. Cómo no citar aquí, aun con sus claroscuros, a Simón Bolívar: “El sistema de gobierno perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, de seguridad social y de estabilidad política”.