La gran duda electoral en Álava es quién será la primera alcaldesa de Vitoria. Aunque candidatas hay muchas, las únicas con opciones reales son Beatriz Artolazabal y Maider Etxebarria, pues los acuerdos entre PNV y PSE hacen inviable que gobierne otra que no sea la más votada de entre ellas dos, por mucho que los socialistas quieran volver a acariciar el gran pacto de izquierdas que sería un suicidio para sus intereses. Eso sí, que las relaciones entre las dos partes hayan sido buenas no quiere decir que no se vayan a lanzar andanadas. Podríamos decir aquello de que en tiempo de guerra cualquier agujero es trinchera y veremos ataques directos a la línea de flotación de cada candidata por parte de su ahora rival y futura aliada. Hasta que llegue el día de tirarse los trastos a la cabeza, flaco favor le están haciendo a Etxebarria sus compañeros de partido. Mientras Artolazabal es la diana del resto de candidaturas, a la actual teniente de alcalde los tortazos le vienen de casa. Flaco favor le hicieron desde el Gobierno Vasco tratando de imponer el trazado del tranvía a Zabalgana, ya en manos del Ayuntamiento; y peor aún es la decisión del Gobierno Sánchez de plantar por sus narices un macrocentro para refugiados que pocos ven con buenos ojos en Vitoria y que le costará votos. Con amigos así...
