Además de mi hija, hay un niño que me tiene enamorada casi desde su nacimiento. Tiene tres añitos, como June, de hecho tan solo se llevan poco más de un mes, es tímido, ahora ya muy parlanchín y se apunta a todas las gamberradas que puede.

Los dos peques han ido a la misma guardería juntos y ahora, en el colegio, han coincidido en el mismo aula. Su relación ha sido siempre de amor odio aunque últimamente se alían más entre ellos y se deja ver mucho más amor que otra cosa. Ha coincidido también que su ama es de la cuadrilla de una muy buena amiga mía, así que la relación, de una manera u otra, ha sido muy estrecha entre nosotras intentando que también fuera así la de nuestros txikis.

“Yo no quiero que Luca se vaya, ama”, me dice June un poco triste a diario. Y es que sus aitas, dos gasteiztarras del top ten que tiene la ciudad, han decidido comenzar una nueva vida en un pueblo muy cercano a Vitoria. Ayer fue la despedida de Luca en la escuela y, desgraciadamente, June está con gastroenteritis y no pudimos estar. Así que, de esta manera, os deseo lo mejor en vuestra nueva vida familia, se os va a echar de menos, que se os quiere un montón y que aquí seguiremos para seguir dando guerra. Estamos cerca así que... ¡nos vemos!